* No existe una explicación precisa, según la denunciante
Potosí, Kollasuyo Digital
Nazaria Paco es una madre de familia que pide ver a su hija internada en el Hogar Wawa Wasi desde hace más de dos semanas porque es una víctima de “Trata de Personas” con fines de explotación sexual.
Con lágrimas en los ojos, Nazaria cuenta que vive un calvario debido a que una funcionaria de las Defensorías Municipales de la Niñez y Adolescencia (DMNA) le impide ver a su hija de 14 años, sin una explicación precisa.
“No puedes verla, ya me han llamado la atención”, es la púnica respuesta que recibió la mujer que desde hace más de dos semanas llegó de Sucre a Potosí para intentar recuperar a la última de sus hijas.
ENGAÑO POR REDES SOCIALES
La menor estudiaba en sexto de primaria de una unidad educativa situada en un barrio periurbano de la capital del país; sin embargo, fue tentada por una amiga de venir a Potosí para trabajar en la mina y ganar dinero.
Al principio la captaron por las redes sociales y unos días antes del día de la Madre (27 de Mayo) salió de su casa y desapareció.
Este hecho alarmó a su familia, que la buscó por diferentes lugares, hasta que llegaron a la Villa Imperial y mediante un amigo lograron contactarla a través de su celular.
La encontraron en el Mercado Uyuni deambulando junto a otra adolescente, porque la dueña del local, donde trabajaban sirviendo bebidas alcohólicas y acompañando a los clientes, lasa botó al enterarse que la Intendencia Municipal y la Policía estaban realizando operativos de control.
El lugar de trabajo estaba ubicado en la zona Corazón de Jesús y la dueña del local las echó a la calle sin pagarles por su labor.
El testimonio de la madre de familia señala que las menores fueron llevadas por la Policía a la fuerza anticrimen y posteriormente las remitieron a las DMNA.
En total, son seis las menores que están en el hogar Wawa Wasi y la mujer – sollozante – no sabe cómo está y cuál es su situación.
MALAS COMPAÑÍAS
De acuerdo al relato, la adolescente perdió el año – de estudios – en más de una ocasión y acostumbraba a demorarse en volver a su casa, cuando le mandaban a comprar algún alimento u otra cosa.
Asimismo, en varias ocasiones la sorprendieron regresando a su hogar, luego de ingerir bebidas alcohólicas.
Por su barrio, hay jóvenes – varones y mujeres – que no estudian y, al parecer, influyen en la menor para que su comportamiento no sea correcto, admite su madre.
“Ella necesita ayuda”, agregó la mujer que la trajo al mundo, y que ahora pide verla para hacerle saber que está dispuesta a sacrificarse para encaminarla por el camino correcto…
Willy Alcocer Salas