En una declaración que refleja la creciente tensión por la crisis de combustibles en el país, el ministro de Minería y Metalurgia, Alejandro Santos, responsabilizó este lunes a la Asamblea Legislativa Plurinacional por las persistentes filas en surtidores, asegurando que la falta de aprobación de créditos ha agravado la situación.
“Las filas no son culpa del presidente Arce ni de los ministros, sino del Legislativo, que está en receso”, afirmó Santos en una improvisada rueda de prensa. En medio de sus declaraciones, el ministro apeló incluso a la intervención divina: “Mediante Diosito y la decisión del presidente, tendríamos que ir normalizando el combustible”, sostuvo.
El país enfrenta una seria escasez de diésel, lo que ha generado preocupación en el sector productivo, afectado la cadena de suministros y puesto en riesgo las actividades mineras. Santos advirtió que, mientras no se aprueben los créditos paralizados en el Parlamento desde hace años, el panorama difícilmente mejorará.
“Estamos fregados, está fregado, hermano”, expresó el ministro, admitiendo la gravedad del problema y acusando a algunos legisladores de sabotear las acciones del Gobierno.
Sin embargo, otras autoridades del Ejecutivo han señalado que, incluso con la aprobación legislativa, los desembolsos internacionales no llegarán de forma inmediata debido a la complejidad de los trámites financieros.
Por su parte, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, reveló que el déficit en los pagos por importación de combustible asciende a aproximadamente 300 millones de dólares. “Estamos despachando al 100%, pero en los últimos seis meses hay una diferencia de alrededor de $us 300 millones que no se pagaron”, explicó.
A pocas semanas de las elecciones generales, el Gobierno enfrenta crecientes cuestionamientos por la gestión económica y la escasez de carburantes, mientras los actores políticos cruzan acusaciones sobre las verdaderas causas del problema.