* La merma acumulada en el sector alcanza los 37 millones de bolivianos
La industria turística de Potosí se encuentra en una profunda crisis debido a los bloqueos de carreteras que paralizaron la llegada de visitantes en las últimas semanas.
La situación generó un cese casi total de la actividad en los centros de hospedaje, con pérdidas económicas alarmantes que amenazan la sostenibilidad del sector.
Según Aldo Fuertes, presidente de la Cámara Hotelera de Potosí, la hotelería local está sufriendo una pérdida diaria de aproximadamente 3.1 millones de bolivianos.
A la fecha, las pérdidas acumuladas ya alcanzan los 37 millones de bolivianos, una cifra que evidencia la grave afectación para los operadores turísticos de la región.
UN SECTOR EN DESESPERACIÓN
La parálisis del turismo no solo impacta a los grandes hoteles, sino también a pequeños emprendimientos, guías turísticos, artesanos y negocios de alimentos que dependen directamente del flujo de visitantes.
Esta situación se suma a la fragilidad económica que ya venía arrastrando el sector a raíz de la pandemia de COVID-19, de la que Potosí intentaba recuperarse.
Lamentablemente la inestabilidad social en el país ocasiona la vulnerabilidad del turismo boliviano ante interrupciones en las vías de comunicación.
Los bloqueos, recurrentes en el estado por diversas demandas sociales y políticas, suelen tener un impacto desproporcionado en regiones como Potosí a nivel departamental, cuya economía depende significativamente de la riqueza histórica y cultural que atrae a turistas nacionales e internacionales hacia sus diferentes regiones.
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO
Las pérdidas millonarias no solo representan un golpe económico inmediato, sino que también auguran consecuencias a largo plazo para el empleo y el desarrollo local.
Muchos trabajadores del sector turístico, desde recepcionistas hasta cocineros y personal de limpieza, enfrentan la incertidumbre de la suspensión de contratos o despidos ante la falta de ingresos.
La Cámara Hotelera de Potosí hace un llamado urgente a las autoridades y a los actores involucrados en los conflictos para encontrar soluciones que permitan la reapertura de las vías y la reactivación del turismo.
La esperanza del sector reside en que, una vez superada la coyuntura, se implementen medidas que garanticen la estabilidad y permitan a Potosí, con su invaluable patrimonio, retomar su camino como un destino turístico clave en Bolivia.