Ante los recientes enfrentamientos registrados en el municipio de Llallagua, al norte del departamento de Potosí que cobró la vida de dos policías y decenas de heridos; la Iglesia Católica, a través del vicario Padre Marco Abascal, hizo un llamado urgente a la pacificación del país y exhortó a la población a unirse en oración por Bolivia.
El pronunciamiento se dio tras conocerse el fallecimiento de dos efectivos policiales, quienes fueron emboscados en medio del conflicto. “No podemos seguir haciéndonos daño entre hermanos. Debe primar la tolerancia y evitar a toda costa que se siga enlutando a las familias bolivianas”, expresó el sacerdote, visiblemente consternado por los hechos.
El Padre Abascal pidió a los grupos movilizados deponer actitudes que alimenten la confrontación, señalando que las autoridades tienen la responsabilidad de restablecer el orden y garantizar la seguridad de la población.
“La consternación y tristeza son palpables en nuestra gente. Las familias más necesitadas están sufriendo las consecuencias de una crisis económica que se agrava por los bloqueos. No podemos seguir utilizando esta situación como pretexto para impedir el paso de alimentos y productos esenciales para la canasta familiar”, advirtió.
En ese contexto, la Iglesia Católica hizo un llamado a la sociedad boliviana para unirse en oración y pedir a Dios que ilumine el camino del diálogo, la comprensión y la reconciliación entre bolivianos, especialmente entre los hermanos potosinos.