En medio de una creciente ola de bloqueos y protestas que paralizan gran parte del país, el secretario de Coordinación General del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, Óscar Mendoza, emitió un llamado urgente a la pacificación del departamento y del país. La autoridad, en representación del gobernador Marco Antonio Copa, instó a todas las instituciones vivas de la sociedad potosina a unirse en un esfuerzo conjunto para frenar la escalada de conflictos sociales.
“Queremos llamar a todas las instituciones a reunirnos y convocar a la pacificación en los diferentes puntos de bloqueo”, expresó Mendoza, quien también pidió la intervención de la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo, y el Comando Departamental de la Policía, entre otros actores sociales.
Llallagua en crisis y la Policía replegada
Uno de los focos más críticos se encuentra en el municipio de Llallagua, donde se han registrado enfrentamientos entre pobladores y bloqueadores de los ayllus, con un saldo de más de 50 heridos. Mendoza calificó la situación como “crítica” y advirtió que los bloqueos tienen un trasfondo político, en favor de una sola figura, en alusión indirecta al expresidente Evo Morales.
Mientras tanto, el Comando Departamental de la Policía de Potosí confirmó la existencia de al menos cinco puntos de bloqueo activos, pero aclaró que no se han realizado intervenciones, manteniéndose en “fase de listeza”. Esta actitud contrasta con lo ocurrido en Cochabamba, donde la Policía ha intervenido para desbloquear rutas estratégicas, generando críticas por la respuesta desigual del Gobierno.
Crisis económica y demandas sociales
Los bloqueos responden a una profunda crisis económica que afecta a todo el país. Los sectores movilizados denuncian la escasez de combustibles, la falta de dólares, el alza de precios en la canasta familiar y la devaluación del boliviano. En Potosí, estas condiciones se han visto agravadas por el aislamiento generado por los cortes de ruta, afectando el comercio, el turismo y el abastecimiento de productos básicos.
El Gobierno Departamental reiteró su disposición al diálogo y pidió a los sectores movilizados que depongan actitudes que afectan a la población. “El pueblo está sufriendo. Necesitamos voluntad y predisposición para pacificar nuestro departamento y al pueblo boliviano”, concluyó Mendoza.