Potosí, Kollasuyo Digital
Entre el 29 y 31 de agosto, la ciudad de Potosí se convertirá en el epicentro de una de las expresiones culturales y religiosas más importantes del país: la fiesta de Ch’utillos. Este año, más de 69.000 bailarines de 150 fraternidades se alistan para rendir homenaje a San Bartolomé y San Ignacio de Loyola, en una celebración declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 2023.
El lanzamiento oficial del evento se realizó este jueves en la ciudad de La Paz, con una vibrante muestra de danzas folklóricas, música y gastronomía potosina. La actividad contó con la presencia de autoridades de la Gobernación de Potosí, del municipio potosino y del Comité de Salvaguardia de Ch’utillos, así como representantes del Ministerio de Culturas.
Durante el acto, la ministra de Culturas, Esperanza Guevara, destacó el profundo significado de esta festividad:
“Cada traje, danza y melodía cuenta con una historia, pero lo más hermoso es que esas historias no se cuentan en soledad, se comparten en grupo, tejen entre familias, transmiten entre generaciones y es ahí donde nace la fuerza de la fiesta, en la unidad que nace del respeto a nuestra diversidad”, expresó.
La fiesta de Ch’utillos tiene raíces precolombinas y, en la actualidad, se celebra como una expresión de fe que comienza en la localidad de San Antonio, en Potosí. Miles de peregrinos y feligreses acuden al Santuario de San Bartolomé, en Mullu Punku, donde se encuentran las imágenes de los santos patronos, San Bartolomé y San Ignacio de Loyola.
Además de su valor espiritual y cultural, la festividad también tiene un fuerte impacto económico. Se espera que este año se supere el movimiento económico de la pasada gestión, que alcanzó los 30 millones de bolivianos, según informó el Ministerio de Culturas.
Ch’utillos es mucho más que una fiesta; es una manifestación viva de la identidad potosina y boliviana, un espacio donde la fe, la música, el arte y la comunidad se entrelazan para celebrar la diversidad y mantener viva una tradición ancestral.