“A mi mamá la asaron”, clamó la hija de Bernarda Morales (45), asesinada junto a su pareja en septiembre de 2023
Esta semana finalizó el plazo fijado por la justicia para la investigación del que podría convertirse en el primer caso registrado de canibalismo en Chile, y un reportaje de T13 reveló espeluznantes detalles que conmocionaron a todo el país. En total hay cuatro personas formalizadas, entre ellos el presunto autor material del hecho, quien de ser hallado culpable podría pasar de inmediato a engrosar los anales de la historia criminal chilena.
Se trata de Benjamín Bordillo Catrimán, de 25 años, descrito por la Policía de Investigaciones (PDI) como un delincuente “violento y manipulador,” quien se tomó una vivienda en la comuna santiaguina de Pudahuel utilizándola para vender y acopiar estupefacientes, relegando a su verdadero dueño -también adicto a las drogas-, a una pieza en el fondo.
En dicha vivienda, Bordillo habría asesinado brutalmente el 15 de septiembre de 2023 a Bernarda Morales (45) y a su pareja, identificado solo como Arturo. Posteriormente, presumiblemente ayudado por sus cómplices, descuartizó sus cuerpos y los enterró en un terreno baldío ubicado en el sector de Claudio Arrau con Isla Portezuelo, en la ruta 68, restos que fueron hallados casi dos meses después.
“Yo nunca supe nada. Yo nunca supe. Si yo hubiese sabido algo, hubiese escuchado algo. Yo tenía que salir. Llegaban pistolas, llegaban armas. Peligraba mi vida. Tráfico de todo”, aseguró el dueño de casa en el reportaje.
El principal imputado en la causa fue apresado el 9 de noviembre de ese mismo año, gracias a una llamada de 20 minutos hecha por uno de los cómplices a una de las hijas de Bernarda Morales.
“El Benja los tenía ahí, los tenía secuestrados y les pegaba. Después se le pasó por la mente. Al Arturo lo degolló entero… A ella también, todo lo mismo. Están los dos enterrados ahí”.
Fueron sus familiares quienes excavaron con sus propias manos para desenterrar ambos cuerpos, pero lo más terrible vendría poco después, cuando una vecina identificada como “Viviana” dio un escalofriante declaración que erizó los pelos de los detectives:
“Como dos asados hicieron, una que era así como un pedazo de torso, y otro que yo no alcancé a ver, pero era carne de una persona”, aseguró tajante.
“Nosotros la primera vez que llamamos a Carabineros fue por los gritos que pegó la Bernarda y el Arturo (…) En esta casa secuestraron a mucha gente”, complementó.

Hija clama por justicia
El reportaje contó también con el testimonio de Catherine Saelzer, hija de Bernarda Morales, quien aseguró que a su madre “la tuvieron enterrada en el antejardín de la casa, luego la desenterraron y la asaron a la parrilla, como justo para el 18 de septiembre. Varia gente sentía el mal olor, porque era carne descompuesta”.
Según la mujer, “a mí mamá la asaron, la descuartizaron, la enterraron en el patio, después la enterraron en otro lugar, le faltan partes de su cuerpo. A mi mamá no la pude velar, verle la cara. (…) Qué se haga justicia por mi mamá”, clamó desesperada.
Por su parte, la fiscal a cargo de la investigación, Bárbara Ramírez, informó que “el desmembramiento se realizó con elementos lisos y dentados, como un serrucho, y también hay evidencia de exposición a fuego y electricidad. Algunas partes del cuerpo fueron calcinadas”.
Así las cosas, el Ministerio Público ya pidió presidio perpetuo para Benjamín Bordillo y otros dos acusados, y 10 años de cárcel para una joven identificada como “Camila”, pareja de Bordillo y sobrina de Arturo, quien era menor de edad al momento del brutal doble homicidio que mantiene horrorizado a todo el país.
Fuente: INFOBAE