El departamento de Potosí atraviesa una de las peores crisis climáticas de los últimos años. Según datos oficiales, 34.800 familias fueron afectadas por lluvias, granizadas, heladas y vientos huracanados que azotaron distintas regiones del departamento en las últimas semanas.
El impacto alcanza a 1.228 comunidades distribuidas en 37 municipios, que figuran entre los más golpeados por los eventos climáticos extremos. En varias zonas, la pérdida de cultivos y el deterioro de viviendas y caminos han dejado a la población en condiciones de extrema vulnerabilidad.
La situación es tan crítica que el gobernador Marco Copa informó que se ha enviado una carta oficial al Gobierno central solicitando más de 72 millones de bolivianos para atender de forma urgente a las familias damnificadas. “Es una necesidad real y urgente.
Necesitamos recursos para apoyar con alimentos, reconstrucción de viviendas y rehabilitación de caminos”, sostuvo la autoridad.