“No es que nadie nos obliga a renunciar, no tenemos miedo a nada o a nadie, es por voluntad propia. Nos vamos con la frente en alto, porque los derechos, la ética y la moral de Royal Pari no fue comprada y eso no les gustaba a muchos”, declaró Chávez, quien miró a los periodistas a los ojos al momento de dar estas declaraciones.
Este empresario cruceño levantó a Royal Pari de la Tercera División de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) hasta colocarlo en el profesionalismo y su techo futbolístico fue llegar a los octavos de final de la Copa Sudamericana 2019, un año después de su llegada a la máxima categoría en el país.
La salida de Chávez estaba prevista para 2024, pero lo que tenía que ser una despedida tranquila se volcó por el torbellino generado por el caso del futbolista Montaño y su vinculación con la dirigencia del club Aurora, sin olvidar el incidente en el partido de vuelta por el ascenso-descenso indirecto de categoría en Oruro. A pesar de ser un secreto a voces la vulneración de la norma de parte de los auroristas –como menciona el dirigente saliente–, Royal Pari fue el único que inició la demanda.
“Con Aurora sólo queríamos que se cumplan las reglas, pero está claro que no se puede luchar solo contra un sistema, un sistema implementado, luchar contra mucha gente, remar contra la corriente es complicado”, lamentó Chávez, quien vivió los vaivenes dirigenciales desde el ascenso de César Salinas (+) a la silla federativa, pasando por los interinatos y la pelea de poder, antes de la ascensión de Fernando Costa.
Del bloque de oposición formado por los clubes cruceños, Royal Pari quedó solo y solo perdió la categoría. Desde su perspectiva, Chávez considera que la resta de 33 puntos para Aurora en esta temporada, es una sanción que beneficia a los demás 15 clubes, porque no tienen que preocuparse por el descenso directo, ya que los celestes del valle, prácticamente, perderían la plaza en el profesionalismo, pero ningún equipo movió un dedo por la causa royalista.
Esta pelea dirigencial en los tribunales deportivos y penales, generó un mayor desgaste de Chávez, quien veía próximo su alejamiento, porque 12 años al mando de un club, con siete en el profesionalismo, deteriora cualquier espíritu, representa “mucho trabajo, mucho sacrificio en tiempo, recursos económicos, porque el fútbol en Bolivia es deficitario, no alcanza el dinero de los derechos de televisación, entonces, eso tiene un límite”.
Royal Pari trató de vivir como una empresa en el fútbol boliviano, innovando en la contratación de jugadores y entrenadores. Lo que pase de ahora en adelante con este club será una historia escrita con una caligrafía diferente
APG/MR
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