* Cuatro heridos relataron como vivieron esos instantes en los que la flota San José se salió unos 800 metros de la carretera, provocando la muerte de 28 personas
* Una de las sobrevivientes recordó que se desmayó y apareció sobre unas piedras
Potosí, Kollasuyo Digital
La muerte sorprendió a 28 personas; mientras que 20 lograron sobrevivir a una tragedia ocurrida casi al mediodía de ayer en un precipicio de unos 800 metros de profundidad en la carretera Potosí – Oruro.
Más o menos a un kilómetro de la población de Yocalla – antes de llegar al puente –, el bus de la empresa San José al salir de un curva y contra curva chocó contra el pretil metálico antes de embarrancarse con un saldo fatal, de acuerdo al informe policial.
Para algunos de los supervivientes del accidente, fue como un sueño o pesadilla, según los testimonios recogidos por Radio Kollasuyo.
Leandro es un trabajador nacido en La Paz que por motivos de trabajo llegó hasta Potosí junto a su hermano y hoy, en su lecho del hospital Daniel Bracamonte contó que ocurrió ayer: “Estaba pasando la Cueva del Diablo, eso me recuerdo, he filmado, le he mandado a mi esposa, ya estoy viniendo; cuando ya más allacitos yo me había pestañeado”.
“Uno nomás ha empezado a gritar la gente: ¡se está embarrancando, se está embarrancando!!”…
“Como sueño, k’aj, k’aj, después como sueño he despertado y ahí adentro decía: auxílienme, sálvenme, no podía levantar mi espalda, mi brazo, no podía pararme; eso pasó. Mi brazo y mi columna me duelen. El chofer ha muerto, tal vez era dueño, que sería, ha muerto”.
Mientras su hermano, que se quedó en Potosí pide al dueño de la flota que se haga cargo de los gastos médicos: “tomografía hemos hecho sacar por 600 bolivianos y las medicinas igual están corriendo; más de mil bolivianos ya está”.
Sin embargo, también cuenta que el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) “está cubriendo las medicinas, no siempre todo”. “Por favor – llamándolo al dueño de la empresa de transporte – que se apresure, por el hospital, necesitamos que venga que se haga cargo de los accidentes, mira tanto accidentes, eso le ruego por favor”…
En otro ambiente, Alicia una mujer que viajaba junto a su compañero relata: “Estábamos despiertos con mi compañero que estaba a mi lado y escuchamos a todos gritar, ¡se entró al barranco!!”… Yo estaba agarrándome con él, de ahí nos golpeamos todo y es cuando me desmayé y desperté cuando estaba ahí sobre unas piedras, estaba ahí”, habla con la voz entrecortada.
“No ha aparecido – afirma refiriéndose a al dueño de la empresa –, no sé, mi padre o mi tía deben saber”, señala al hablar sobre los gastos médicos.
“Que se haga responsable de todo, como el conductor tenía los ojos rojos y todo, sus ojos estaban rojos del señor”, enfatiza.
Unos metros más allá, otra sobreviviente del suceso fatal da su testimonio: “Yo estaba durmiendo, vine a vender con mi hijo aquí y estábamos retornando porque tenía que comprar materiales y estaba junto con mi hijo, mi hijo estaba durmiendo”.
“Un ruido nomás yo he sentido y ya después no me acuerdo nada. Ahora mi hijo se ha muerto”, revela con amargura.
“Yo quiero que se haga justicia por todo lo que nos ha pasado, quiero – el dueño – que se haga responsable de todo lo que pasó”. “Ahorita, todas mis costillas están fracturadas y mi cadera todo, y ahora mi hijo está fallecido; íbamos con una compañera también, igual”.
“Está en la morgue – su hijo –; de Oruro soy y ahora veníamos con una señora, justo con ella veníamos. Ella también está fallecida, igual ella ha venido a vender junto conmigo, juntas estábamos retornando”, cuenta desconsolada.
“Ya no recuerdo nada después, sobre un barranco después he aparecido, ahora todas mis cosas estaban ahí, toda mi cartera, todo, y ahora yo quiero que me devuelvan todo lo que estaba, por favor, quisiera pedir eso a las autoridades, que me haga devolver todo lo que han recogido por favor”.
Y en otra cama, otra mujer que está herida tras el fatídico accidente cuenta: “Como dormida estaba, como dormida he despertado también”. Quejándose afirma: “Mis brazos, mis costillas, no puedo moverme”…
Son algunas de las personas que sobrevivieron a un accidente ocurrido en el mismo lugar donde el 9 de julio del 2008 un camión se embarrancó, dejando más de 52 muertos.
El destino o la Divina Misericordia logró que estas personas sobrevivan a una tragedia; sólo resta la esperanza de que algún día se cierre la herida que queda en la mente y el alma de estos seres humanos…
Willy Alcocer Salas