En los primeros minutos como presidente electo del Comité Cívico de lo cruceños, Cochamanidis, dejó en claro que será una piedra en el zapato para el partido de Gobierno.
Frontal desde el primer minuto que conoció su victoria, Stello Cochamanidis, presidente electo del Comité Cívico Pro Santa Cruz, anunció que dará dura batalla en las calles al Gobierno nacional. Las elecciones se llevaron a cabo este sábado.
“Empieza una nueva era para Santa Cruz, volveremos a las calles”, dijo apenas conocidos los resultados de los comicios en la sede de la Sociedad de Ingenieros. Cochamanidis es un acérrimo defensor de los intereses de Santa Cruz. Se lo ha visto en las calles en muchas luchas por reivindicaciones de la región.
“El primero de febrero inicia nuevamente la lucha en las calles, por Santa Cruz, por sus ciudadanos y por Bolivia”, disparó ante los medios en más de una oportunidad. Agregó que la época que se vive en el país es extremadamente difícil, según él, gracias al partido de Gobierno.
“El Movimiento Al Socialismo nos ha hundido en una crisis social, política y económica, esto no tiene precedente”, señaló el líder cívico, que se impuso en las urnas a Juan Carlos Gutiérrez por un importante margen.
Cochamanidis también lanzó sus primeros dardos en contra del presidente Luis Arce. “Vamos a volver a las calles para exigirle al Movimiento Al Socialismo y exigirle a Arce, que de una vez por todas cumpla, con lo que dijo, porque es un sinvergüenza”, disparó.
El líder cruceño apunta a la unión de la población para lograr reivindicaciones y objetivos. “Unidos con nuestra gente y de las provincias vamos a salir a las calles para recuperar la democracia, la libertad de los presos y exiliados políticos y para recuperar el millón de ciudadanos que nos robó Arce y su gobierno. Hoy empieza una nueva era para Santa Cruz”, señaló.
El directorio del Comité Cívico Pro Santa Cruz, lo completan Agustín Zambrana, primer vicepresidente y Dino Franco, segundo vicepresidente. La posesión será el 26 de febrero, en un lugar por definir.
Fuente: EL DEBER
