* Más de 263 decesos registró la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación
Potosí, Kollasuyo Digital
El Departamento de Potosí enfrenta ahora una tragedia que golpea profundamente su vida rural.
Más de 263 animales han muerto a causa de los desastres naturales que azotan la región desde el 1 de septiembre de 2024, dejando a familias enteras sumidas en el dolor y la desesperación.
Las tormentas de granizo, lluvias torrenciales y otros fenómenos climáticos extremos no solo devastaron cultivos y viviendas, sino que arrebataron la vida de animales que son el sustento y el corazón de las comunidades.
Entre las pérdidas se cuentan 56 ovejas, 77 cabras, 122 camélidos, cuatro vacas y cuatro caballos.
Para muchas familias rurales, estas pérdidas no son meros números: sino tragedias personales que afectan su economía, su alimentación y su identidad.
“Cada animal perdido es un golpe al alma”, expresó uno de los productores afectados, describiendo la angustia de ver a sus rebaños sucumbir ante la furia del clima.
El impacto de estas pérdidas se extiende mucho más allá de lo económico.
En regiones donde la crianza de animales es parte esencial de la cultura y el sustento, la muerte de un caballo o una llama representa también una fractura en la relación que une a las comunidades con su tierra.