El comportamiento social altamente organizado de las hormigas puede ayudar a resolver uno de los desafíos más urgentes en los entornos urbanos actuales: las congestiones del tráfico.
Dos profesores de la Universidad de Trento han profundizado en el comportamiento de las hormigas para comprender cómo estos insectos logran moverse de manera ordenada sin interrupciones de parada y arranque, incluso en grandes cantidades. Sus hallazgos fueron recopilados en un artículo que acaba de publicarse en Transportation Research Interdisciplinary Perspectives.
“Las hormigas son una de las pocas especies que pueden gestionar flujos de tráfico bidireccionales, como nuestras carreteras, pero se mueven sin problemas y sin congestiones”, explica en un comunicado Marco Guerrieri, profesor especializado en infraestructuras viales y ferroviarias en el Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental y Mecánica y coautor del estudio con Nicola Pugno, profesor de sólidos y mecánica estructural en la Universidad de Trento y de ciencia de los materiales en la Universidad Queen Mary de Londres.
Al observar un rastro de hormigas de 30 centímetros (equivalente a 100 veces la longitud del cuerpo de cada hormiga) y analizar secuencias de video con algoritmos de aprendizaje profundo, los investigadores rastrearon los movimientos de cada hormiga, mapeando sus trayectorias, velocidades, flujos y densidades.
“Las hormigas siguen los rastros de feromonas marcados por una hormiga líder y se mueven en pelotones con pequeños espacios y sin adelantamientos”, señala Guerrieri.
Esta estrategia podría hacer que la movilidad humana sea más eficiente. Guerrieri dice: “En el futuro, los sistemas de tráfico para vehículos autónomos (CAV) podrían inspirarse en el comportamiento de las hormigas. Al igual que los insectos se comunican a través de feromonas, en las carreteras inteligentes, los vehículos conectados y automatizados (CAV) podrían usar tecnologías de comunicación avanzadas para comunicarse entre sí y con la administración de la infraestructura vial. De esta manera, podrían formar pelotones coordinados, moviéndose a altas velocidades con un espaciamiento cercano a través de carriles paralelos. Este enfoque podría mejorar la eficiencia del tráfico, mejorar los niveles de servicio y reducir las emisiones de gases”.
Fuente: EUROPA PRESS