Por Waldo Vargas Reyes
Kollasuyo (RK 93) Aun recuerdo y está aún en mi mente, cuando hace 42 años atras hubo elecciones generales para elegir al Presidente de la República de Bolivia; y, en esa oportunidad aún era adolescente, cuando mi padre de profesión carpintero, me dio algunas papeletas de color naranja para repartir a las personas que se estaban dirigiendo a las urnas del centro de la ciudad de Potosí.
En esa papeleta de color naranja, estaba la imagen de Don Hernán Siles Suazo con su gorrita y lentes, conocido por muchos como el “Conejo” y decía Vote por la Unidad Democrática Popular “UDP” y por otro lado habian personas en las mismas filas que también llevaban y repartían papeletas de color verde a favor de un militar conocido como Pereda Asbum.
Había mucha expectativa y junto a otros compañeros del barrio de la calle Quijarro, nos pusimos a repartir las papeletas a favor del Conejito Siles, porque todos hablaban que era un gobierno popular que representaba a los obreros, campesinos y clase media. Además que era el momento de recuperar la democracia mediante el voto que fue arrebatada por los militares entre 1964 a 1982, época donde se violó los derechos humanos, estaba prohibido hacer política, hacer reuniones, hablar u opinar en contra del gobierno militar.
Ante esta realidad y antes de llegar a recuperar la democracia que costó la vida de muchos dirigentes, encarcelados, confinados, perseguidos y heridos dentro la clase minera, campesina, amas de casa, intelectuales, universitarios, entre otros, fue cuando salió triunfante o ganador el hombre de la papeleta naranja hace 42 años, es decir el 10 de octubre de 1982 y fue posesionado como Presidente de Bolivia, dejando atrás el régimen dictatorial y la recuperación de la democracia.
Por eso es importante en estos tiempos cuidar y proteger la democracia ya que ésta permite no solo el voto popular sino el respeto de los derechos y garantías constitucionales que están reflejadas en la Norma Suprema. Asimismo, nunca debemos olvidar la historia, como las masacres que se dieron durante la dictadura, como por ejemplo, recordar que durante el gobierno de facto de Barrientos Ortuño, se aplicó la doctrina de Seguridad Nacional y se identificó como enemigo principal a los trabajadores mineros FSTMB de la COMIBOL y a los Campesinos de la CSUTCB , los cuales están reflejadas con sangre en varias obras literarias de historia, como el hecho de la Masacre de Todos Santos, o la Noche de San Juan, en la que murieron un centenar de personas, muchos heridos, durante el régimen militar de Natusch Busch, quien por la resistencia del pueblo boliviano fue interpelado y obligado a devolver el poder al Congreso Camaral, donde se eligió a la sra. Lidia Gueiler, como la primera presidente mujer interina de Bolivia.
Poco duró esta victoria, porque el 17 de julio de 1980, nuevamente llegó la bota militar líderizada por Luis García Meza y Luis Arce, quienes desconocieron a Lidia Gueiler y la victoria de Hernán Siles en las urnas.
Sin embargo a ello, en septiembre de 1982 el pueblo organizado inició movilizaciones populares y la huelga general indefinida convocada por la COB y es así que se recuperó el Congreso Nacional y se decidió considerar validada las elecciones de 1980 y designar a Hernán Siles, el Conejito de la papeleta naranja como Presidente y fue posesionado por Lidia Gueiler hace 42 años atrás.
Pueblos del Sur, 10 de octubre de 2024.
