Más de 190 personas participaron de la visita guiada “Relato de Mineral” realizada por la Casa Nacional de Moneda y conocieron donde se procesaron metales en Potosí recorriendo las salas dedicadas a los minerales, la platería y los hornos coloniales, que aún conservan restos del hollín.
Según un reporte institucional, la actividad nocturna se llevó a cabo en el marco del convenio con la Delegación Presidencial del Bicentenario de Bolivia.
Uno de los lugares destacados fueron los hornos, donde se explicó cómo durante siglos se fundieron minerales para la extracción de plata, el principal motor económico durante la colonia. Los guías también explicaron las distintas técnicas empleadas en el procesamiento de minerales a lo largo de la historia.
Actualmente, la Casa Nacional de la Moneda alberga una colección de más 3.600 muestras de minerales, distribuidas en dos salas.
Una de estas exhibe la colección de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), mientras que la otra está compuesta por objetos donados por el ex Banco Minero de Bolivia (BAMIN).
Las salas de minerales presentan una amplia variedad de muestras, incluyendo de plata y estaño, que fueron esenciales para la economía durante la colonia.
Además de exhibir los minerales, la exposición mostró información sobre los métodos de extracción y procesamiento utilizados, brindando a los visitantes un enfoque pedagógico sobre la geología y la historia minera de la región.
El recorrido, realizado la noche del viernes, también incluyó la sala de platería, que resalta el patrimonio artístico y cultural potosina. La plata, considerada uno de los metales más preciados durante la colonia, se utilizó para fabricar una gran variedad de piezas que forman parte de las colecciones de la Casa.
Entre ellos se incluyen crucifijos, cálices, jarrones, incensarios, campanillas, coronas, vajillas y entre otros objetos que refleja la diversidad artística y cultural de la época.
El “Relato de Mineral” forma parte de una serie de iniciativas orientadas a acercar a la población al patrimonio histórico, abriendo el museo en horarios no convencionales como preparativos rumbo al Bicentenario de Bolivia.
Estas visitas nocturnas, que se realizan el primer viernes de cada mes, permiten a los visitantes profundizar en el legado cultural y patrimonial, brindando una nueva perspectiva sobre la relevancia histórica y el desarrollo del país.
Fuente: ABI