Después de haber estado en el ojo del huracán por un escándalo en 2001, logró resurgir exitosamente con su participación en “Stranger Things”
Era una de las actrices más queridas de los 90. Su nombre era sinónimo de éxito y sus papeles en películas icónicas como “Beetlejuice”, “Edward Scissorhands” y “Girl, Interrupted” la consagraron como una de las artistas más talentosas de su generación. Winona Ryder irradiaba un carisma único que la convertía en una figura irresistible para Hollywood y una favorita del público. Pero en 2001, un escándalo puso en jaque su carrera y su vida personal, dejando a todos boquiabiertos y cambiando el curso de su destino.
La noticia sorprendió a propios y extraños: Ryder fue arrestada por robar ropa de diseñador y accesorios valorados en más de $5,000 en la tienda de lujo Saks Fifth Avenue en Beverly Hills. Las cámaras de seguridad la captaron tomando prendas y artículos de alto valor, mientras los empleados de la tienda observaban cómo cortaba etiquetas de seguridad dentro de un probador. Aquella estrella brillante de Hollywood parecía haber caído en desgracia, enfrentando cargos de robo y vandalismo que amenazaban con ponerle fin a su carrera.
Este episodio fue una especie de “golpe de realidad” para la actriz, que entonces contaba con solo 31 años. Convertida en el centro de atención por razones muy distintas a las que estaba acostumbrada, Winona Ryder enfrentó un juicio que se desarrolló bajo la mirada atenta del mundo del espectáculo y los medios de comunicación.
Pero detrás de este escándalo se escondía un profundo proceso de transformación personal y profesional que llevaría a Ryder a alejarse del mundo de la actuación, solo para regresar años después con más fuerza que nunca.
La carrera dorada de Winona Ryder
Antes de este incidente que cambiaría su vida, Winona Ryder era un nombre inseparable de la cultura pop de los años 90. Nacida en Minnesota en 1971, la actriz se abrió camino rápidamente en Hollywood desde su debut en la pantalla grande a mediados de los 80. Con su estética gótica, mirada profunda y su capacidad para interpretar personajes oscuros y complejos, Ryder se ganó el corazón de una generación de jóvenes espectadores.
Películas como “Heathers” y “Edward Scissorhands” la convirtieron en la musa de una nueva ola de cine adolescente, mientras que su papel como Mina Harker en la adaptación de “Drácula” dirigida por Francis Ford Coppola mostró su capacidad para interpretar personajes dramáticos y maduros. Ryder acumuló elogios y premios, y dos nominaciones al Oscar por sus papeles en “The Age of Innocence” y “Little Women”.
Además de su talento, Ryder tenía una fuerte conexión con la cultura alternativa de la época, lo que la convirtió en un ícono de la moda y un referente de estilo. El público la veía como una especie de rebelde sofisticada, que podía saltar de películas independientes a grandes producciones de estudio sin perder autenticidad. Sin embargo, tras años de estar bajo los reflectores y una intensa presión por mantener su estatus de estrella, la actriz comenzó a experimentar dificultades personales que no fueron evidentes hasta aquel episodio en Saks Fifth Avenue.
El robo que cambió todo
En diciembre de 2001, Ryder fue arrestada por robar en Saks Fifth Avenue y su caso se convirtió en noticia de primera plana. La tienda reportó que la actriz había intentado llevarse mercancía valorada en $5,560, incluyendo un suéter de cachemir de Marc Jacobs por $760, accesorios para el cabello de Frederic Fekkai y calcetines de cachemir de Donna Karan. La seguridad de la tienda declaró que Ryder había sido vista recogiendo hasta 20 artículos, de los cuales solo pagó cuatro, y que se la vio cortando etiquetas de seguridad con unas tijeras que habría llevado consigo.
El juicio fue todo un espectáculo mediático. La actriz fue declarada culpable de robo mayor y vandalismo, aunque fue absuelta del cargo de allanamiento. La fiscalía argumentó que Ryder podría haber robado por la emoción del acto, mientras que su defensa sostuvo que el personal de seguridad de la tienda quería “atraparla” por ser una celebridad. Finalmente, fue condenada a tres años de libertad condicional supervisada, 480 horas de servicio comunitario, una multa de $2,700, y se le ordenó pagar una compensación a Saks y recibir asesoramiento psicológico.
Silencio y transformación: el retiro de la actriz
Tras el escándalo, Winona Ryder prácticamente desapareció de Hollywood. Años después, ella misma confesaría que el incidente fue, en cierta forma, una especie de “llamada de atención”. En una entrevista con Porter Magazine, Ryder reconoció que el robo le permitió tomarse un descanso de una industria que comenzaba a abrumarla. “Psicológicamente, debí haber estado en un lugar donde solo quería detenerme”, admitió la actriz, señalando que durante esos años encontró consuelo y paz lejos del ojo público.
Durante su retiro, Ryder aprovechó para regresar a su natal San Francisco y redescubrir pasiones e intereses que había dejado de lado durante sus años de intenso trabajo en el cine. “Realmente necesitaba el tiempo fuera”, comentó en una entrevista de 2013. “Nunca me había hecho la pregunta de ‘¿Está bien si no actúo? ¿Hay algo más?’ porque eso era todo lo que conocía”.
El regreso inesperado: de la caída a “Stranger Things”
La pausa en su carrera no solo le permitió recuperarse del escándalo, sino también reconectar con sus prioridades y redefinir su carrera. Y aunque su retorno a Hollywood fue gradual, en 2016 sorprendió a todos con su participación en la exitosa serie de Netflix, “Stranger Things”.
Ryder volvió a brillar como Joyce Byers, una madre luchadora y valiente que busca desesperadamente a su hijo desaparecido. Su actuación fue ampliamente elogiada, devolviéndole el respeto y el cariño del público y de la industria.
Ryder había regresado con fuerza, demostrando que, pese a los altibajos, su talento y carisma seguían intactos. Su historia es una lección de resiliencia y transformación, y su regreso inesperado al centro de la fama es una prueba de que, a veces, una caída puede ser el punto de partida para una segunda oportunidad.
Fuente: INFOBAE