El Ministerio Público activó la alarma departamental ante el preocupante incremento de denuncias por delitos sexuales en Potosí, donde las principales víctimas son menores de edad y los agresores, en su mayoría, forman parte del círculo familiar de las afectadas.
Roxana Choque, fiscal departamental de Potosí, expresó su profunda preocupación al encender esta alarma pública e instó a las autoridades a implementar con urgencia políticas de prevención para frenar la creciente ola de agresiones sexuales que parece avanzar sin control.
De enero a la fecha, se denunciaron más de 500 casos de delitos sexuales en todo el territorio departamental, con mayor incidencia en la capital de Departamento.
Entre los acusados se encuentran padres biológicos, padrastros, tíos, primos, hermanos y profesores, lo que evidencia que el entorno cercano de las víctimas es muchas veces el origen de estos atroces crímenes.
“Son vidas las que se marcan para siempre”, lamentó Choque, subrayando que estos delitos dejan cicatrices emocionales y psicológicas imborrables en quienes sufren estos abusos, que incluyen violaciones, estupros y otros actos de violencia sexual.