La última victoria boliviana fuera del país por Eliminatorias había sido en 1993 (7-1 ante Venezuela. Esta noche hizo un partido casi perfecto, derrotó a Chile y está en puesto de repechaje para el Mundial.
Histórico y merecido. Bolivia derrotó a Chile (2-1) en condición de visitante y no solo rompió una racha de 31 años, sino que empieza a soñar con la clasificación al Mundial.
La Verde hizo un partido casi perfecto. Ordenado y aguerrido en defensa y, como casi nunca pasa, con una máxima efectividad en delantera.
La línea de cuatro que dispuso Eduardo Villegas en el fondo fue bien apoyada por los medios. Miguel terceros y Roberto Carlos Fernández cubrieron bien las espaldas de los laterales y, cuando pudieron, dieron salida a la Verde.
En el medio, Villamil, Vaca y Robson lograron cortar los circuitos rojos y, por eso, Bolivia casi no sufría en defensa.
Además, cuando recuperaba la pelota, Bolivia no se dedicaba a lanzar pelotazos o solo alejarla de su área, sino que intentaba salir jugando para aprovechar los espacios en la defensa chilena.
El local se pasó de revoluciones de entrada y prueba de ello es que cuando perdía la pelota solo terminaba defendiendo con dos jugadores en posición y la Verde sacó rédito.
A los 13 minutos, Roberto Carlos Fernández encontró un gran hueco por la banda izquierda, desbordó y lanzó un centro raso y preciso para que Carmelo Algarañaz llegue solo por el centro y marque el primero del partido. Sopresivo y merecido.
El gol boliviano enmudeció, aún más, a un estadio que no se llenó ni al 50% de su aforo – por un castigo de la FIFA a Chile y la baja expectativa del encuentro-.
El gol hizo que la Verde empiece a aprovechar el nerviosismo chileno. Sorprendida, la Rija no encontró nunca los caminos para tratar de generar peligro ante una doble línea de cuatro bien acomodada.
Así, los minutos pasaban y el libreto no cambiaba. Bolivia defendía bien y buscaba salir con pelota dominada para complicar a la defensa chilena.
Empero, los minutos más extraños e intensos ocurrieron ya a los 45 minutos del primer tiempo. Cuando Bolivia no pasaba zozobras y el resultado no parecía peligrar pasó lo que – parecía- lo peor.
Carlos Lampe, el arquero boliviano, recibió un pase pero al recibir el balón cayó al suelo lesionado. Lejos de pensar aplicar el ‘Fair Play’ Eduardo Vargas se aprovechó del arquero caído y anotó el empate sin oposición y ante la molestia de los jugadores bolivianos.
Fueron minutos de alta tensión. Los jugadores nacionales reclamaron al delantero chileno por haber aprovechado la lesión del arquero boliviano para anotar el empate y Carlos lampe tuvo que ser reemplazado por Guillermo Viscarra, también de gran partido.
El insólito gol chileno podía hacer suponer que haría caer a los jugadores de la Verde, pues era tan inesperado como injusto. Sin embargo, ahí salió el corazón de los jugadores nacionales.
Solo un minuto después del accidentado gol chileno, Roberto Carlos Fernández volvió a encontrar espacio en la banda izquierda, habilitó a Miguel Terceros, quien hizo gala de su habilidad para acomodar el balón y “fusilar” al arquero chileno. Era el 2 a 1.
Con el resultado a su favor, el segundo tiempo Bolivia peló a su orden, ganas y corazón. Chile, sin sociedades ni ideas claras, intentó dañar al equipo nacional a costa de pelotazos y centros.
Los peores momentos para la defensa nacional ocurrieron cuando los chilenos lograban encontrarse con pelotazos cruzados para meter el balón al centro del área.
De hecho, en dos jugadas consecutivas, la defensa estuvo a punto de cometer penal por manos, pero en ambas ocasiones el esférico chocó en la cara de los defensas.
Además, en un par de centros los chilenos lograron ganar en las alturas y Guillermo Viscarra tuvo dos intervenciones de mérito para mantener su arco en cero, una tras un cabezazo a “quema ropa” y otra, en el último minuto de juego, al sacar un peligroso tiro libre ejecutado en la frontal del área.
A eso se sumó que Bolivia tuvo esa pizca de suerte que, casi siempre, le falta, para que la pelota no entre a su arco.
Así, Bolivia defendió su triunfo y tras más de siete minutos de adición finalmente pudo saborear un triunfo lejos de sus tierras.
La última victoria boliviana fuera del país había sido en 1993 (7-1 ante Venezuela) y, por si fuera poco, con su triunfo de hoy vuelve a estar en puestos de repechaje al Mundial. Histórico.
Fuente: OXÍGENO.BO