El pontífice recorrió Indonesia entre baños de masas y encuentros interreligiosos. Luego viajó a Papúa Nueva Guinea, donde fue recibido con honores por tribus locales y visitó a misioneros. Mañana se trasladará a Timor Oriental y posteriormente a Singapur
Un hombre sostiene a su bebé para que el Papa Francisco lo bendiga mientras parte hacia el aeropuerto internacional Soekarno-Hatta de Yakarta antes de su partida hacia Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea. (Yasuyoshi CHIBA / AFP)
El papa Francisco abogó el miércoles pasado por el diálogo interreligioso para “contrastar el extremismo y la intolerancia, que, tergiversando la religión, intentan imponerse sirviéndose del engaño y la violencia”, durante su discurso a las autoridades en el palacio presidencial de Yakarta, en el primer día de agenda oficial de su gira por Asia y Oceanía. (REUTERS/Willy Kurniawan/Pool)
En Yakarta el papa también asistió a un evento en el que completará una obra de arte del Poliedro de Scholas Ocurrentes, un trabajo colectivo en el que participaron personas de todo el planeta. (Vatican Media/REUTERS)
Francisco junto a los jóvenes de Scholas Occurrentes en Yakarta (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
La obra de arte que Francisco completó con su propia contribución durante el encuentro fue presentada en la Casa de la Juventud “Grha Pemuda” en Yakarta. José María del Corral, presidente del Movimiento Internacional pidió “respetar las identidades y valorarlas es lo que conducirá a un mundo sin guerras y sin odio”. (Tatan SYUFLANA/AFP)
El jueves, Francisco celebró una misa para cerca de 100.000 personas que llenaron el estadio Gelora Bung Karno de Yakarta y el adyacente estadio Madya y a quienes en su homilía pidió que siguieran “construyendo una civilización de paz”. (Tiziana FABI / AFP)
A pesar del calor y la humedad en la capital indonesia, el Papa recorrió en papamóvil durante más de 45 minutos el estadio Madya, donde cerca de 40.000 fieles siguieron la misa con pantallas, y luego se dirigió al mayor estadio de la capital, en el que le esperaban otras 60.000 que le recibieron con gran entusiasmo con cantos y coros. (BAY ISMOYO / AFP)
El papa Francisco, de 87 años, invitó a los fieles durante la homilía “a construir una sociedad más justa, avanzar en el camino de la paz y del diálogo, una llamada que aquí en Indonesia se ha propuesto desde hace tiempo”. (Tiziana FABI / AFP)
Los fieles católicos, que representan el 3,1% de este país de mayoría musulmana – unos 8 millones – llegaron de todas las parroquias de Indonesia, muchos de ellos de la ‘católica’ Flores, con una de las más importantes comunidades del país (Yasuyoshi CHIBA / POOL / AFP)
En la ceremonia también había ciudadanos de Papúa, ataviados con sus trajes típicos. (YASUYOSHI CHIBA/REUTERS)
Fieles como Paulina Dessy Wulandari, de 39 años, su marido Krisanto Grahadi, de 37,y sus hijos Stevie, de 6 y Abigail, de 2, expresaron qué significaba para ellos la visita del pontífice. “En mi lugar de trabajo es plural, no sólo hay católicos. Y mis compañeros piensan que el Papa trae paz. Así que no hay ni un solo sentimiento negativo hacia él. Es un portador de paz”, aseguró Krisanto. (YASUYOSHI CHIBA/Pool via REUTERS)
“Rezamos por él todos los domingos durante la misa. Así que su visita es una bendición para nosotros. Estoy muy agradecida de que haya podido venir aquí. Es una bendición que desde este raro momento, podamos mostrar que Indonesia es un país pluralista, un país de paz y armonía. El Santo Padre es también una persona muy humilde. A partir de esos valores que aporta, podemos ponerlo como ejemplo para nuestros hijos”, añadió Dessy. (REUTERS/Ajeng Dinar Ulfiana)
El papa Francisco, de 87 años, invitó a los fieles durante la homilía “a construir una sociedad más justa, avanzar en el camino de la paz y del diálogo, una llamada que aquí en Indonesia se ha propuesto desde hace tiempo”. (Dita Alangkara/REUTERS)
El Papa también relanzó el diálogo con el islam y otras religiones para ayudar a resolver los conflictos y ocuparse de la destrucción ambiental. “Como según se cuenta en los Hechos de los Apóstoles, sucedió en Jerusalén el día de Pentecostés, sigan haciendo un alegre ruido. ¡No dejen de hacer ruido!”, así se despidió en la misa de Yakarta de los cerca de 60.000 fieles. (ADITYA AJI/Pool via REUTERS)
Una de las imágenes que dejó la última jornada del Papa en Yakarta fue el beso que el gran imán de la mezquita Istiqlal, Nasaruddin Umar, le dio en la cabeza. (AP Foto/Gregorio Borgia)
El pontífice respondió besándole en varias ocasiones la mano (ADITYA AJI/REUTERS)
Gestos a los que habían precedido las palabras y con la firma de una declaración en la que instan a los representantes de las religiones a ayudar a resolver los conflictos y ocuparse de la destrucción ambiental. (REUTERS/Ajeng Dinar Ulfiana)
El Papa Francisco observa un regalo entregado por el viceministro de Asuntos Religiosos de Indonesia, Saiful Rahmat Dasuki, durante el encuentro interreligioso en la mezquita Istiqlal de Yakarta (REUTERS/Ajeng Dinar Ulfiana)
El documento de Istiqlal, que se inspira en el ‘Documento sobre la fraternidad humana’ firmado por le papa y el gran imán de Al-Azhar en Au Dhabi, afronta “las dos crisis graves” a las que se enfrenta el mundo “la deshumanización y el cambio climático”. (REUTERS/Willy Kurniawan)
Y se hace un llamado al diálogo interreligioso “como una herramienta eficaz para resolver conflictos locales, regionales e internacionales, especialmente aquellos causados por el abuso de la religión”. (REUTERS/Willy Kurniawan)
Un fiel se arrodilla frente al papa antes de su partida de Indonesia. El pontífice continuó el viernes su periplo por Asia y Oceanía y se trasladó a Papúa Nueva Guinea. (ADITYA AJI/REUTERS) Tatan Syuflana / POOL / AFP)
Francisco llegó el viernes a Papúa Nueva Guinea, donde el 25% de sus habitantes son católicos, desperdigados en las centenares de islas de este enorme archipiélago, lo que complica mucho la labor de los misioneros, que agradecieron que, con esta visita, el Papa saque a estos fieles del “anonimato”. (Vatican Media/REUTERS)
El recibimiento del papa Francisco en el aeropuerto de Port Moresby (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Niños indígenas duermen mientras esperan la llegada del Papa Francisco a la Escuela Secundaria Técnica de Caritas, en Port Moresby el sábado (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
El papa Francisco, que llega a Papúa casi 30 años después de la última visita de Juan Pablo II (1984 y 1995), ha causado un gran furor entre los devotos de este país (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Muchos fieles estaban vestidos con camisetas amarillas con la foto del sumo pontífice en el pecho. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Pese a sus tensiones internas, el país tratará de mostrar su unidad como nación y su espíritu cristiano, la fe de más del 90% de su población, durante la visita del pontífice hasta el lunes que viene, antes de seguir su gira en Timor Oriental y Singapur. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Niños indígenas realizan una danza para el Papa Francisco durante su encuentro con el Ministerio de Niños de la Calle y Callan Services en la Escuela Técnica Secundaria Caritas, en Port Moresby, Papúa Nueva Guinea, el sábado 7 de septiembre (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Decenas de miles de católicos también se congregaron en un estadio para ver al Papa en Port Moresby (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
En medio de esa diversidad, marcada por las creencias indígenas y el temor a la brujería, convive el cristianismo practicado por el 95,6% de sus más de 10,5 millones de habitantes, de los cuales un 32% son católicos. (Tiziana FABI / AFP)
El domingo el Papa visitó Vánimo, una localidad a unos 1.000 kilómetros de Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, de 11.000 habitantes y enclavada entre el mar y la selva, para animar a los misioneros que trabajan estas tierras remotas y los llevó casi una tonelada de material entre medicinas, ropa y juguetes para los niños. (AP Photo/Gregorio Borgia)
El Papa llegó a esta misión en la selva con un avión militar de las Fuerzas Aéreas australianas tras un viaje de cerca de dos horas y fue recibido por cantos de baile y cerca de 20.000 personas frente a la explanada de la catedral de la Santa Cruz. “Estoy contento de encontrarme en esta tierra maravillosa, joven y misionera”, dijo en su discurso. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Ataviado con el tradicional tocado de plumas de ave del paraíso, pese al intenso calor tropical, describió “el grandioso espectáculo de una naturaleza rebosante de vida, que evoca la imagen del Edén”. (Tiziana FABI / AFP)
Francisco también visitó la Escuela Humanística de la Santísima Trinidad en Baro, a unos 12 kilómetros, una escuela católica gestionada por la parroquia de la Santísima Trinidad y el Instituto del Verbo Encarnado de la diócesis de Vánimo, presente en la zona desde 1997, y donde trabajan cinco argentinos y que el papa financió su construcción. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
El papa visitó la escuela ‘Nuestra Señora del Paraíso’, en honor de la Virgen de Lujan, patrona de Argentina y escuchó una de las piezas preparadas por su orquesta, formada por niños de 8 a 16 años. Su director, Jesús Briceño Barrios, llegó de Venezuela hace cinco años para comenzar con el proyecto. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Fuente: INFOBAE