* Su hija discapacitada accedió a la interrupción legal de su embarazo
Potosí, Kollasuyo Digital
Marina G. sufre porque ansía darle cristiana sepultura al embrión de quien iba a ser su nieto; pero no encuentra una respuesta afirmativa del personal de salud que asistió a su hija de 25 años, la cual sufre de discapacidad física y mental.
El dolor que lleva es inenarrable, tanto que al visitar Kollasuyo estuvo a punto de desmayarse al contar un hecho sorprendente…
L.Y. son las iniciales de su hija, la cual nació hace 25 años con apenas siete meses de gestación debido a que marina fue alcanzada por un rayo en su pueblo, obligándola a dar a luz.
A consecuencia de ese suceso, L.Y. nació con discapacidad múltiple, cuenta la madre, con voz suave y entrecortada.
Pero el infortunio volvió hace unos meses, cuando producto de una violación, L.Y. quedó en estado de gravidez, hasta que el 16 de mayo pasado accedió a la interrupción legal del embarazo por recomendación de los médicos de Villazón, quienes la derivaron al hospital público de Tarija, ciudad donde vive su hermana mayor.
La intervención quirúrgica fue un éxito y actualmente L.Y. está en buenas condiciones de salud en la comunidad de Mojo – situada a un lado de la carretera entre Villazón y Tupiza –, donde habita esta familia humilde.
Sin embargo, la madre quiere darle cristiana sepultura al embrión de quien iba a ser su nieto y por ello fue hasta Tarija; pero allá le dijeron que fue enviado a Villazón, donde le aseguraron que lo mandaron a Potosí.
Mientras tanto, se desconoce el paradero de Diego M.C.F, padrastro de L.Y. y principal sospechoso de la violación, ya que apenas se enteró del embarazo, desapareció…
L.Y. perdió a su futuro bebé cuando llevaba cinco meses de embarazo, cuanta Marina con lágrimas en los ojos, pidiendo ayuda para que pueda darle cristiana sepultura al ser que pudo ser su nieto.
Por ahora, la Fiscalía de Villazón no se pronuncia y tampoco las autoridades de salud.
El drama de esta madre es inenarrable, así como el dolor que la acongoja, y que estuvo a punto de llevarla a una descompensación, a tal punto que fue asistida por la Policía en su intento por darle paz a un ser que no terminó de gestarse.
Ella cree que el destino no quiso que naciera y, por ello, pide ayuda para acabar con su tragedia…
Willy Alcocer Salas