Un cuerpo celeste ha desconcertado a los científicos. Su existencia plantea preguntas cruciales sobre la composición y origen de algunos mundos
A 1.200 años luz de distancia de la Tierra, un planeta con una densidad sorprendentemente baja ha sido descubierto, desconcertando a la comunidad científica, según indicó The Wall Street Journal. Este mundo, llamado WASP-193 b, tiene características que lo hacen único: es un 50% más grande que Júpiter y tan liviano como el algodón de azúcar.
Julien de Wit, científico planetario del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), destacó que WASP-193 b es un “bicho raro” entre los exoplanetas, una categoría de planetas que orbita estrellas fuera de nuestro sistema solar.
“Básicamente, durante más de 15 años, la comunidad astronómica ha estado desconcertada por una categoría de gigantes gaseosos que son más grandes de lo que deberían ser, dado su masa”, comentó de Wit a The Wall Street Journal.
Este hallazgo se produjo después de que científicos analizaron los datos obtenidos por un observatorio en Sudáfrica y se sorprendieran por la densidad de este exoplaneta, que recordaba al azúcar hilado.
Tal fue la sorpresa que repitieron sus observaciones para confirmarlas. WASP-193 b es notablemente 20 veces menos denso que Júpiter, el mayor gigante gaseoso de nuestro sistema solar, cuyo densidad se aproxima a la del agua.
La NASA, que ha confirmado la existencia de más de 5.000 exoplanetas en las últimas tres décadas, está particularmente interesada en estudiar el WASP-193 b debido a sus propiedades inusuales. Para entender mejor sus características y evolución, los investigadores planean observarlo mediante el Telescopio Espacial James Webb.
“El Webb es el mejor observatorio que tenemos actualmente para estudiar planetas con mayor detalle”, comentó Khalid Barkaoui, investigador postdoctoral de la Universidad de Lieja en Bélgica y autor principal del estudio publicado en mayo en la revista Nature Astronomy.
La esperanza es que el telescopio, que orbita el sol a un millón de millas de la Tierra, pueda identificar las moléculas presentes en la atmósfera del WASP-193 b y ofrecer una imagen más clara de su evolución y formación.
Los planetas gigantes gaseosos como WASP-193 b están compuestos principalmente de hidrógeno y helio. Estos elementos, supercalentados y expandidos alrededor de un núcleo sólido, son mantenidos en esa configuración específica por la fuerte gravedad del planeta. No obstante, la extrema ligereza de WASP-193 b añade un nuevo desafío para los científicos que estudian estos planetas inflados, ya que es significativamente menos denso comparado con otros gigantes gaseosos previamente conocidos.
Para resolver este enigma, se necesitarán más datos y análisis detallados. La atmósfera de estos planetas, que puede albergar información crucial sobre su formación y evolución, será el principal foco de las observaciones futuras. Con el avance de los telescopios y las técnicas de observación, los astrónomos esperan desentrañar los misterios que todavía rodean a estos mundos extraordinariamente pálidos y ligeros.
Con el estudio de WASP-193 b, los científicos no sólo buscan comprender mejor esta clase particular de exoplanetas inflados, sino también arrojar luz sobre los procesos que pueden llevar a la formación de planetas extraordinariamente bajos en densidad dentro de nuestro universo.
Fuente: INFOBAE