Bajo la conducción técnica de Julio Quinteros, en un período de interinato, los millonarios dejaron ir un empate de El Alto, quedando en la quinta posición con 12 puntos. El Tigre salió descontento del escenario con esta unidad, porque sigue tercero, ahora con 15, dos por debajo de los bolivaristas.
Ninguno pudo hacer valer sus antecedentes. El juego estaba enredado en la mitad del campo, sin sacar adelante lo mejor de sus individualidades ni mostrar una mejoría a nivel colectivo. Las fallas fueron un factor constante en este juego, enviando a estos planteles al rincón, decepcionando a sus seguidores, que hicieron el esfuerzo por llegar al escenario en la jornada de paro de transportes y no recibieron su recompensa.
Un zurdazo de Jeyson Chura, desde 35 metros, fue manoteado por Alaín Baroja, el poste terminó por despejar por completo el peligro en el segundo tiempo. En una acción ofensiva de los atigrados, en la cual dejaron libre a Bruno Miranda el disparo salió desviado.
Quinteros heredó del colombiano Flabio Torres el error de confiar en el trabajo de Marcos Ovejero, quien está fuera de forma física y su desempeño se convirtió en una carga pesada para el elenco, que requiere de velocidad y desequilibrio en circunstancias como las que vivió este jueves.
El entrenador Ismael Rescalvo también tiene sus problemas. De manera inexplicable, tiene a Michael Ortega en la banca de alternos, usándolo en el complemento con el cronómetro en contra y los resultados están dejando al Tigre mal colocado.
APG/MR