Zelenski o Putin, Kamala o Trump, Asia o Europa. Esos fueron algunos de los lapsus cometidos por el presidente Joe Biden durante la esperada rueda de prensa que dio este jueves para, por un lado, cerrar la cumbre de la OTAN celebrada esta semana en Washington y, por otro, defender su candidatura de cara a las elecciones del próximo noviembre. El demócrata respondió 11 preguntas en una comparecencia de casi una hora y en al menos tres de ellas se equivocó en sus respuestas. Sin embargo, el primer fallo de la tarde, y quizá el más grave, ocurrió antes de la rueda de prensa, cuando el presidente presentó en un acto del día al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como “presidente Putin”. Intentó corregirse de inmediato, pero el daño ya estaba hecho.
El segundo fallo llegó con la primera pregunta de la prensa durante su comparecencia, la cual había arrancado con una hora de retraso. Tras ser preguntado si cree que la vicepresidenta Kamala Harris podría vencer a Donald Trump si fuera la cabeza del ticket, si fuera nominada en su lugar, Biden volvió a confundirse entre dos nombres: “No habría elegido al vicepresidente Trump si no creyera que es apta para ser vicepresidente”. En realidad se refería a Harris. En este caso no se percató del error en el momento, como hizo con Zelenski, y no fue hasta después de la comparecencia que intentó rectificar vía X. “Por cierto: Sí, conozco la diferencia”, escribió Biden. “Uno es un fiscal, y el otro es un delincuente”. La corrección llegó demasiado tarde para Trump, quien ya se había burlado del error en sus redes sociales.
El presidente también confundió a Asia con Europa durante la tercera pregunta de la noche, cuando hablaba sobre empresas fabricantes de microchips. Y más adelante, en la quinta pregunta, Biden dijo que seguía las órdenes de su “comandante en jefe”. Como presidente de Estados Unidos, Biden es Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del país. En este caso se refería al Joint Chiefs of Staff (Estado Mayor Conjunto). Además de estas equivocaciones, Biden, de 81 años, tartamudeó en muchas de sus respuestas y cada vez que perdía el hilo se apoyaba en un “anyway” (de todos modos) para retomarlo. Fueron muchos anyway en menos de 60 minutos.
Fuente: EL PAÍS