Aunque la dirigencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y el cuerpo técnico tratan de cubrir estas derrotas con el manto del proceso, poco se puede rescatar del rendimiento del elenco boliviano, que concluyó en el fondo de la tabla en el grupo “C” con la casilla en blanco, con diez goles en contra y apenas uno anotado.
La única cifra que tuvo un ascenso fue el número de partidos que lleva Bolivia sin ganar en esta Copa: 15. El último triunfo ocurrió en Chile 2015, desde ahí, el cuadro verde ha sido superado por todos los rivales y en Estados Unidos volvió a mostrar que es uno de los seleccionados más débiles.
Frente a la campaña que hizo Panamá en esta Copa América, Bolivia quedó humillada y disminuida. A los 22 minutos, José Fajardo anotó el 1-0 con una definición de derecha dentro del área, aprovechando una indecisión de Luis Haquin, el capitán boliviano pasó una mala noche, porque perdió la marcación y fue superado por los contrarios.
El empate de Bolivia llegó en el segundo tiempo (69´) con un remate de zurda, tras recibir una excelente habilitación de Ramiro Vaca. En ese momento, el cuadro verde estaba creciendo en el campo, pero ese entusiasmo se vino abajo con el 2-1, a los 79´, con el golpe de cabeza de Eduardo Guerrero, superando a Marcelo Suárez.
Panamá volvió a mostrar su persistencia en los minutos finales, anotando el 3-1, a los 91´, con un derechazo de César Yanis, en la primera pelota que tocó tras su ingreso, librándose de la marcación de Suárez con un “sombrerito” dentro del área, en una jugada en la cual Haquin volvió a fallar en el despeje.
Los rojos avanzaron de ronda como segundos en el grupo con seis puntos, mientras, Uruguay se clasificó como primero con nueve. Estados Unidos quedó tercero con tres unidades, quedando en medio camino, y Bolivia cerró en blanco.
APG/AB mr
FOTO: PRENSA FBF
