En el Día Mundial de esta patología oncológica, especialistas alertaron sobre un aumento de los casos entre los más jóvenes. El rol de la predisposición genética y cuál es el factor de riesgo más frecuente que puede evitarse
Cada 13 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Piel, una enfermedad de la que, según las últimas estimaciones oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se diagnosticaron más de 1,5 millones de nuevos casos, de los cuales 330 000 corresponden a melanoma, siendo que casi 60 mil murieron a causa de esta enfermedad.
Los casos de cáncer de piel están en aumento en pacientes jóvenes, de alrededor de 40 años, advirtieron desde la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD). Los especialistas observaron que si bien la enfermedad suele predominar en adultos de mediana y avanzada edad, esto es por arriba de 50 o 60 años, en las últimas décadas comenzaron a notar un cambio en la edad de la población afectada.
Y dado que se trata de uno de los tipos de cáncer más frecuentes y que su principal factor de riesgo es la sobreexposición al sol, bien vale la fecha para recordar algunos conceptos clave sobre su prevención.
Cuántos tipos de cáncer de piel existen
El melanoma es el tercer tipo de cáncer de piel más común, y comienza en los melanocitos. “De todos los tipos de cáncer de piel, el melanoma causa la mayoría de las muertes, debido a su tendencia a propagarse a otras partes del cuerpo, incluidos los órganos vitales”, señalaron desde los CDC.
“Hay también otros cánceres menos comunes, como por ejemplo el carcinoma de células de Merkel, que es muy agresivo”, sostuvo en una nota previa con Infobae la jefa de la División de Dermatología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Graciela Manzur.
Cómo prevenir el cáncer de piel
Según la médica oncóloga y jefa del Servicio de Melanoma y Sarcoma del Instituto Alexander Fleming (IAF), Yanina Pflüger (MN 120531), “las personas con mayor riesgo son quienes tienen el fototipo 1 (piel blanca y ojos claros), mientras que también lo eleva la radiación ultravioleta, por la excesiva exposición solar o el uso de camas solares”.
“Otros factores predisponentes son los múltiples lunares, las quemaduras solares en décadas pasadas y la inmunosupresión”, sumó.
En ese sentido, desde la SAD, enfatizaron que la mejor manera de prevenir esta enfermedad es cuidarse de la exposición al sol.
Y compartieron cinco claves concretas y de fácil implementación para proteger la piel del daño solar.
- Usar todos los días, incluso en invierno, protector solar de amplio espectro, que proteja contra los rayos UVB y UVA, con un FPS superior a 30, adaptado al tipo de piel. Para pieles sensibles que se enrojecen fácilmente, se recomienda un FPS de 50 o superior. Incluso en días nublados o con “resolana”, la protección solar es esencial, ya que los rayos UV pueden penetrar la piel de igual manera.
- La protección solar debe aplicarse al menos 30 minutos antes de la exposición al sol y renovarse cada dos horas, o con mayor frecuencia si se suda mucho o se está en contacto con el agua.
- En verano, utilizar prendas de vestir que cubran las zonas expuestas al sol, especialmente áreas más sensibles como las piernas, los brazos y el pecho, además de sombreros o gorras para proteger el cuero cabelludo.
- Evitar, en la medida de lo posible, la exposición solar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos ultravioleta son más intensos y dañinos para la piel.
- Realizar una consulta con un dermatólogo de manera periódica, para un correcto control de los lunares o para detectar de manera temprana posibles lesiones en la piel.
Por último, existe una regla, que bien vale tener en cuenta para realizar en casa de manera frecuente un autoexamen de piel. Es la regla del ABCDE, para recordar todo lo que debe llamar la atención acerca de un lunar: “A: asimetría, B: bordes irregulares, C: color irregular, D: diámetro mayor a 6 mm, pero para mí el principal debe ser el E: Evolución”.
Fuente: INFOBAE