El presidente del club Oriente Petrolero, Ronald Raldes agotó las gestiones para la convivencia armoniosa entre el entrenador Víctor Hugo Antelo y los jugadores del primer plantel, pero fue difícil resolver este problema, porque la “postura fue radical de ambos”, finalizando en el alejamiento del goleador retirado y dando paso al interinato de Joaquín Monasterios.
“Le planteé al cuerpo técnico y a los jugadores que esto no se había dado, les manifesté la molestia y esta situación se arregla a puertas cerradas, y todo se soluciona conversando y no se dio esto”, explicó Raldes, en conferencia de prensa, en el día del retorno del equipo al trabajo en la sede de San Antonio.
El titular de los albiverdes mencionó que trató de reunir a los futbolistas y al cuerpo técnico en una mesa de diálogo, pero Antelo rechazó esta cita. “No quiso conversar con el plantel profesional y a eso llegó esta decisión (alejarlo del cargo) que tomamos”.
Esta pugna interna concluyó con el ciclo de Antelo, quien estuvo tres meses y medio al mando del equipo verdolaga con una producción irregular y una ruptura de las relaciones con los jugadores, con acusaciones de “camarilla” y actos de indisciplina, y por el otro lado, autoritarismo e insultos a familiares.
“El club tiene que seguir operando, prepararnos para el segundo semestre del año, ya van dos semanas después del último partido y el plantel volvió a entrenar en la jornada”, declaró Raldes, quien dejó a cargo al director técnico del equipo pre profesional, Joaquín Monasterios.
Los orientistas regresan al trabajo con una carga enorme, porque en las primeras cuatro fecha del Clausura sólo sumó un triunfo de 12 puntos posibles, y esta crisis salpicó a la dirigencia y al entorno.
APG/GV mr
FOTO: PRENSA CLUB ORIENTE PETROLERO
Santa Cruz – Bolivia, Martes, 11 de Junio del 2024
