El sistema urinario es vital para nuestro organismo, y cualquier anomalía en su funcionamiento puede ser un indicador muy eficaz de nuestro estado de salud
El sistema urinario juega un papel vital en la eliminación de los desechos y el exceso de agua del cuerpo, la regulación de los niveles de sal y el mantenimiento del equilibrio de los electrolitos. Así pues, su estado puede ser un reflejo de nuestra salud general. Las variaciones en la frecuencia en que se orina al día, el volumen de orina generado o las características particulares de la orina, tales como su color, olor y consistencia, pueden indicar diversos problemas de salud y podrían justificar una consulta médica.
Qué nos indica el color de la orina
Un cambio inusual en el color de la orina puede ser una señal de que algo no está bien. Si bien es normal que la orina cambie de color de un día para otro o incluso a lo largo del día, si el color anormal persiste durante varios días o hay indicios de que algo podría estar mal, se recomienda consultar a un médico. A continuación, se detallan las posibles tonalidades que podría adquirir la orina, cuál puede ser la causa y cuándo debes empezar a preocuparte:
Orina incolora o transparente
Indica un exceso de agua. Esto puede ser perjudicial en casos extremos, ya que puede dar lugar a una condición médica conocida como “hiponatremia” o “intoxicación por agua”, que ocurre cuando los niveles de sodio en la sangre disminuyen drásticamente. Esto puede desencadenar complicaciones neurológicas como inflamación cerebral, convulsiones, coma e incluso la muerte en casos extremos.
Color amarillo claro
Este color de orina indica que la persona está bien hidratada y que el riñón está filtrando correctamente. El cuerpo está recibiendo suficiente agua, los riñones están funcionando correctamente, filtrando las toxinas y los desechos del cuerpo de manera eficaz. Idealmente, este es el color que debería tener siempre nuestra orina.
Amarillo oscuro
Un tono ámbar oscuro en la orina puede indicar deshidratación severa, lo cual requiere que se consuma más agua. La deshidratación puede causar fatiga, dolores de cabeza, náuseas y hasta problemas neurológicos. Una tonalidad más naranja en la orina también podría ser causada por ciertos medicamentos o indicar problemas en el hígado o las vías biliares.
Color rojo o rojo-marrón
Este color puede deberse al consumo de ciertos alimentos, pero también podría indicar hematuria, que es la presencia de sangre en la orina. Esta condición puede ser causada por una infección, cálculos en el riñón, problemas en la vejiga, cáncer u otras afecciones como la cistitis. También puede ser el resultado de medicamentos para tratar la tuberculosis, como la rifampicina, o medicamentos para el dolor de una infección del tracto urinario, como la fenazopiridina. Es crucial consultar a un médico en estos casos.
Marrón oscuro o negro
Por lo general, está relacionado con medicamentos para tratar infecciones de la vejiga, como la nitrofurantoína, o medicamentos para la hipertensión, como la metildopa. Es importante recordar que si se perciben cambios en el color de la orina mientras se toman estos medicamentos, se debe consultar a un profesional de la salud para asegurarse de que no se trate de una reacción adversa o de un problema de salud subyacente.
Tonos azules o verdes
No cabe duda de que estas tonalidades no son nada comunes y que pueden estar relacionados con condiciones raras y, quizás, graves. El color violeta, por ejemplo, puede ser causado por una condición genética llamada alcaptonuria, que provoca que el organismo acumule ácido homogentísico.
El color verde azulado, por su parte, puede ser resultado del uso de medicamentos como la amitriptilina, utilizada para tratar ciertas enfermedades mentales. Y en cuanto a la orina de color azul, puede ser causada por niveles altos de calcio, debido a una condición genética llamada hipercalcemia familiar benigna.
En cualquiera de estos casos, es necesario consultar a un profesional de la salud.
¿Cuántas veces son demasiadas?
Aunque la mayoría de las personas orinan entre 6 y 7 veces al día, no hay un número “normal” universalmente aceptado. La frecuencia urinaria puede ser influenciada por varios factores, como medicamentos, estilo de vida y ciertas condiciones médicas. El hecho de orinar más frecuentemente no indica necesariamente un problema. Sin embargo, si se notan cambios significativos en la frecuencia urinaria, esto podría indicar una afección subyacente grave, como infecciones del tracto urinario, vejiga hiperactiva, diabetes, entre otros. Por lo que sería recomendable contactar a un profesional de la salud.
En resumen, La salud urinaria es un indicador clave de nuestra salud general, por lo que debemos estar atentos a cualquier anomalía. Cualquier cambio drástico o persistente en la frecuencia, la producción o las características de la orina debe ser motivo de consulta médica. Esto significa que, si notas algún cambio inusual, debes buscar el consejo de un profesional de la salud, para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado si es necesario.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA