Algunos factores del estilo de vida actual han incrementado la producción de gases
Los gases intestinales son un fenómeno muy común que se produce en el sistema digestivo, originados principalmente por la ingestión de aire (aerofagia) y la fermentación de alimentos por las bacterias en el intestino grueso.
La aerofagia ocurre al comer o beber rápidamente, masticar chicle, fumar, consumir bebidas con burbujas o hablar mientras se come. Todo el aire ingerido se acumula en el tracto digestivo y se libera como gas.
Por otro lado, en el intestino grueso, las bacterias fermentan carbohidratos no digeridos como oligosacáridos, almidones resistentes y fibras, produciendo gases como hidrógeno, dióxido de carbono y, en algunas personas, metano.
Los factores del estilo de vida actual han incrementado la producción de gases, principalmente debido al consumo de productos procesados, al estrés y a la falta de ejercicio físico.
Los alimentos procesados a menudo contienen ingredientes difíciles de digerir, como edulcorantes artificiales (sorbitol, manitol, xilitol) y aditivos. Estos edulcorantes no se absorben completamente en el intestino delgado y pasan al intestino grueso, donde las bacterias los fermentan, produciendo gas.
Además, aunque una dieta alta en fibra es saludable, un aumento repentino en el consumo de fibra puede llevar a una mayor producción de gases hasta que el sistema digestivo se adapte. Asimismo, alimentos ricos en oligosacáridos, como legumbres, ciertos vegetales (brócoli, coles de Bruselas y coliflor) y algunos cereales integrales, son propensos a causar gases debido a su contenido en carbohidratos no digeribles.
Los hábitos que deberíamos incorporar para reducir los gases y la inflamación
Los hábitos de nuestra vida juegan un papel muy importante en la formación de gases.
- Identificar y limitar alimentos específicos: identificar los alimentos que más gases causan y limitar su consumo hasta que el cuerpo se acostumbre a ellos.
- Consumir probióticos: incorporar alimentos ricos en probióticos, como yogur, kéfir y otros alimentos fermentados, para mejorar la flora intestinal y reducir la producción de gases.
- Beber suficiente agua: mantenerse bien hidratado ayuda a la digestión y puede reducir la producción de gases.
- Comer despacio y masticar bien: comer lentamente y masticar adecuadamente los alimentos ayuda a evitar la ingestión de aire y facilita la digestión, reduciendo la producción de gases.
- Evitar bebidas con burbujas: las bebidas como refrescos y cervezas contienen dióxido de carbono, lo que puede aumentar la cantidad de gas en el sistema digestivo.
- Limitar los edulcorantes artificiales: evitar productos que contienen sorbitol, manitol y xilitol, ya que estos edulcorantes no se absorben completamente y pueden causar gases.
- Aumentar la fibra gradualmente: introducir alimentos ricos en fibra poco a poco en la dieta para permitir que el sistema digestivo se adapte sin causar un aumento repentino en la producción de gases.
- Cocinar bien las legumbres y verduras crucíferas: remojar las legumbres antes de cocinarlas y cocinar bien las verduras como el brócoli, coliflor y coles de Bruselas para reducir su contenido en oligosacáridos.
La importancia de dejar salir los gases
Dejar salir los gases es una parte esencial del proceso digestivo y tiene varios beneficios importantes para la salud y el bienestar. Aunque puede ser un tema incómodo para muchas personas, comprender su importancia puede ayudar a manejar mejor los problemas digestivos y evitar complicaciones.
La acumulación de gases en el tracto digestivo puede causar hinchazón, dolor y una sensación general de incomodidad. Dejar salir los gases alivia esta presión, proporcionando alivio inmediato. Además, reprimir la necesidad de liberar gases puede conducir a problemas digestivos más graves, como el síndrome del intestino irritable (SII) y otras formas de disfunción gastrointestinal.
La liberación de gases es una señal de que la digestión está ocurriendo como debería. Mantener este proceso natural en funcionamiento puede ayudar a asegurar que los alimentos se descomponen y absorben correctamente.
Adoptar posturas que faciliten la liberación de gases, como acostarse sobre el lado izquierdo o arrodillarse en el suelo con el culo en pompa, puede ayudar. Actividades físicas como caminar, hacer yoga o ejercicios de estiramiento pueden ayudar a mover los gases a través del sistema digestivo y facilitar su liberación. Masajear suavemente el abdomen en dirección de las agujas del reloj puede ayudar a mover los gases atrapados y aliviar la hinchazón.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA