El técnico del Real Madrid se quedó satisfecho con los primeros 60 minutos. “Lo hicimos bien hasta que nos duró la energía para presionar arriba”, aseguraba el entrenador italiano
Empezó la tarde con el «Stop the rock» sonando cuando el Real Madrid salió a calentar, como si el encargado de la música se temiera que lo que venía después iba ser rock del duro. Y vaya si lo fue. Un ida y vuelta brutal en el que pocos se mueven mejor que Camavinga, que con las rastas al viento gobierna cuando no hay nadie que mande de verdad. Y en el ojo del volcán estuvo siempre el francés, haciéndose grande en un partido loco junto a Kroos, que se encargaba de la segunda guitarra dejando el protagonismo al francés. Él fue el primero que se reveló contra el mazazo del primer minuto y medio, donde el Madrid perdió a Tchouameni para la vuelta por amarilla y recibió el 0-1. La primera cabalgada de Camavinga fue el empate y el comienzo de una de esas microremontadas que el City conoce bien en el Bernabéu. En un suspiro estaba el Madrid por delante, como hace dos temporadas, cuando se veía clasificado y Rodrygo hizo un doblete exprés.
La única cosa que le reprocha Ancelotti a Camavinga es que no pruebe más el disparo y que se anime más a marcar, y debió pensar que era un buen momento para responder a su técnico cuando levantó la cabeza y chutó desde lejos. La UEFA le daba en su página oficial el gol a Ruben Dias, pero él fue el que encendió la primera chispa, que no iba a ser la única.
La del final del partido, cuando el Madrid se había agotado un poco y los aficionados del City se imponían por encima del ruido con sus cánticos, fue Modric, que entró con la muleta en la mano para mandar y controlar un poco los tiempos que sacasen a los blancos de ese gripaje en el que estaba. Él se la dio a Vinicius a tiempo para que asistiera a Valverde, que con su volea dejó todo igualado para la vuelta. El croata tiene pocos minutos, pero cuando entra muestra que quizá merece algunos más. “Mi gol da un poco de ánimo para la vuelta, aunque queríamos ganar. Hay que agradecer al público que nos han dado un apoyo increíble. Nos cansamos un poco, dejamos de presionar, algo que es normal, y el City es un buen equipo que te castiga”, decía Valverde, el último goleador de la noche.
“Ha sido un partido muy igualado, lo hicimos bien hasta que pudimos mantener la presión alta, tuvimos el 3-1 y cuando bajamos la energía ellos lo aprovecharon. Después pudimos remontar otra vez. El partido ha sido muy igualado y hay que meter la misma actitud en la vuelta”, resumía Ancelotti, contento por cómo jugó su equipo los primeros sesenta minutos. “Hemos sorprendido con Rodrygo por la izquierda. Por esa banda se podían crear oportunidades y lo hemos hecho. En la segunda parte Vini se ha quedado delante de la portería también por ahí. Estoy satisfecho, aunque la idea era tomar una pequeña ventaja. Si competimos igual en la vuelta puede pasar alguna cosa”, cerraba Ancelotti dejando un mensaje para la semana que viene.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA