Hoy se emitió una alerta sobre el riesgo de colapso en el Cementerio General de la ciudad de Potosí, tras 190 años de servicio, debido a la reducción de espacios disponibles para nuevos entierros.
Diariamente, se desocupan nichos después de cumplir los 15 años de alquiler, lo que genera un constante flujo de ingreso y salida de cadáveres. Mauricio Ángel Flores, administrador del camposanto, informó que se realizan hasta cinco entierros y un número igual de exhumaciones cada día.
La capacidad del cementerio ha llegado a su límite, especialmente en la última temporada, donde se ha registrado un incremento en la cantidad de fallecimientos. Actualmente, se han identificado entre 40 y 50 nichos marcados para la exhumación de cadáveres, con una cantidad similar preparada para nuevos entierros.
En la actualidad, más de 10.000 personas fallecidas descansan en este lugar. Algunos de los pabellones centenarios han alcanzado su ciclo de vida y requieren ser refaccionados para garantizar su estabilidad y seguridad.