El campeón alemán remonta sin alardes, y gracias a la jerarquía de Kane y Müller, la desventaja que traía de Roma para entrar en los cuartos de final
Vulnerable y chata de recursos, la tibieza de la Lazio ejerció un efecto balsámico sobre el delicado Bayern, un equipo en busca de reconstrucción que, con todo, expone su grandeza con puntualidad germánica: en las trece últimas temporadas sólo en una ocasión (2019) no logró colocarse entre los ocho mejores equipos de la Champions. Ahí llega una vez más dispuesto a hacer valer un rango que le ayudó a remontar la mínima desventaja que traía desde Roma. No precisó de un gran despliegue para dejar atrás a una Lazio escasa de recursos, que aún así tuvo una única opción para engrosar su ventaja en la recta final de la primera parte. Un remate de Immobile llevó la inquietud al coliseo muniqués. Fue entonces cuando el Bayern sacó el martillo, en siete minutos marcó dos goles y a otra cosa.
La rúbrica la pusieron dos tipos de jerarquía, valor que esta semana ponderó como básico en su equipo el ya jubilado Karl-Heinz Rummenigge, una de esas leyendas que abandera el mia san mia (nosotros somos nosotros), esa expresión bávara que define la grandeza del Bayern desde un carácter que nace del orgullo. En tiempos difíciles, Harry Kane y Thomas Müller son dos buenos refugios para encontrar ese tipo de certezas. El delantero inglés no deja de aportar goles en el Bayern con menos caudal ofensivo de los últimos años; el todoterreno alemán parece no tener caducidad en sus baterías. Kane cazó un testarazo tras un remate pifiado de Guerreiro. Müller desvió en boca de gol un remate de De Ligt en la última acción antes del descanso. De un plumazo disiparon urgencias.
No hubo respuesta de la Lazio, que se fue sin disparar entre palos. A la hora de partido empezó a mover fichas Sarri, pero el estratega italiano no se animó a doblar la delantera. Bajó revoluciones el Bayern para controlar todavía más la situación, pisar apenas una vez más el acelerador y sentenciar por medio del inevitable Harry Kane. Herido como está, a diez puntos del liderato en la Bundesliga, Europa es su tabla de salvación para evitar el naufragio.
Fuente: EL PAÍS