A sus 117 años, residente en Olot (Gerona), la persona más longeva del mundo sigue desafiando las adversidades de la vida y se convierte en un caso de estudio para la genética.
María Branyas, considerada la persona más vieja del mundo, ha celebrado hoy su 117 cumpleaños en la residencia Santa María del Tura de Olot, Gerona. A pesar de los años y los desafíos que la vida le ha presentado, Branyas continúa siendo un fenómeno de longevidad, atrayendo la atención de la ciencia.
Desde su cuenta en la red X, Branyas compartió un mensaje con el mundo: “Buenos días, mundo. Hoy cumplo 117 años. He llegado hasta aquí”. El mensaje estaba acompañado de una cita del misionero Pere Casaldàliga, reflexionando sobre la vejez como un sacramento que permite una conexión más profunda con la vida.
Una vida que ha vivido muchas vidas
A lo largo de su asombrosa vida, María Branyas ha vivido dos pandemias, la gripe española y la COVID-19, así como la Guerra Civil, la posguerra y el régimen franquista. Nacida en San Francisco en 1907, regresó a Cataluña en 1915 con su familia. Desde los 92 años, reside en la residencia de Olot y desde 2023 ostenta el título de la persona más longeva del mundo.
A pesar de presentar problemas de movilidad y auditivos, Branyas no ha sufrido enfermedades graves, incluso superando la COVID-19. Este hecho excepcional ha llamado la atención del investigador Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y destacado experto en genética.
Un caso de estudio
Hace unos meses, Esteller recogió muestras del genoma de María Branyas para investigar por qué su organismo ha demostrado ser tan resiliente ante las enfermedades. Este estudio podría proporcionar información valiosa sobre los mecanismos de envejecimiento asociados a enfermedades como el cáncer y la demencia.
Incluso en su avanzada edad, Branyas sigue siendo un ejemplo de fortaleza y resiliencia, y su caso podría tener un impacto significativo en la comprensión de los procesos de envejecimiento. La ciencia ahora mira con atención hacia esta superanciana que desafía las expectativas y abre la puerta a nuevos descubrimientos en el campo de la genética y la longevidad.
Fuente: LA RAZÓN