Se trata de Erlan Condori y Cristian López, quienes pasaron por una lamentable experiencia en el Colegio Militar, en La Paz.
Erlan Condori y Cristian López no se amilanaron. A ocho meses de aquel “salto de la muerte” que casi les cuesta la vida en el Colegio Militar Gualberto Villarroel de La Paz, los jóvenes cadetes se graduaron como subtenientes.
En una ceremonia emotiva, ambos tomaron sus sables, sus certificados y compartieron el especial momento con sus seres queridos.
En el acto, desarrollado en Carcaje, Cochabamba, estuvieron el presidente Luis Arce y el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
La corta frase que posteó Cristian en redes sociales resumió su alegría. “Misión cumplida, familia”.
En el acto, desarrollado en Carcaje, Cochabamba, estuvieron el presidente Luis Arce y el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
La corta frase que posteó Cristian en redes sociales resumió su alegría. “Misión cumplida, familia”.
EL DÍA TRÁGICO
El martes 18 de abril, la celebración por el 132 aniversario de reapertura del Colegio Militar del Ejército Coronel Gualberto Villarroel, en la zona de Irpavi, La Paz, terminó en desgracia. Todo comenzó cuando el último grupo se alistaba para la demostración de “eficiencia combativa”. Cuatro cadetes para el salto “frente al valle” y dos, los accidentados de 21 y 23 años, para el “de la muerte”.
Yerson B.A.M., David M.Q., Enrique A.S. y Rodrigo T.Z. ya estaban listos en la parte frontal de la torre multipropósito para realizar el salto “frente al valle”. Tenían la mirada al piso y se encontraban debidamente anclados. Por el contrario, sus camaradas, ubicados en los laterales, tenían problemas con su anclaje. Y, aparentemente, no habría existido una buena organización y coordinación.
Fuente: OPINIÓN