Elegir los alimentos adecuados es fundamental para sacar un rendimiento óptimo al entrenamiento y a la competición de cualquier deportista de élite. Desde hace unos cinco años, la ciencia de la nutrición ha entrado de lleno en los vestuarios. Atrás quedan los tiempos en que los futbolistas regaban las victorias con litros de alcohol, tras atiborrarse de pizzas. Ahora, en cambio, mejoran su rendimiento y evitan lesiones gracias a la ortodoxia nutricional. Esto ha llevado a los mejores atletas y futbolistas del mundo a ponerse en manos de especialistas para llevar una dieta que no solo sirva para bajar peso sino también para ganar masa muscular y evitar lesiones indeseadas que los mantengan alejados de la competición.

Uno de los alimentos que ha supuesto una revolución en la dieta de los deportistas son las algas debido a su alto contenido proteico y al insignificante aporte calórico. Incluso la NASA enriqueció con espirulina la dieta de los astronautas en alguna misión espacial. También la FAO consideró que era un alimento interesante para países subdesarrollados con dificultades para obtener proteínas animales. Pero los resultados en pérdida de peso y estado de forma de estos deportistas no solo depende de los alimentos que ingieren sino también de los que beben. Y ahí es donde deportista de altísimo nivel como Karim Benzemá o Tom Brady han dado con la pócima mágica: agua alcalina.

Benzema fue un jugador clave durante su última etapa en el Real Madrid y su cambio de hábitos fue, sin duda, clave. Desde hace cinco temporadas, sigue una dieta minimalista que le ha permitido perder peso. Más fino y fibroso que nunca, a sus 35 años Benzema exhibe una condición física envidiable. Una alimentación cuidada hasta al extremo -con cero licencias a dulces y alcohol-, consistente en cinco comidas al día alta en hidratos y proteínas de calidad, y baja en grasas, en las que sobresalen productos de gran valor nutricional como las microalgas, proteínas vegetales que son siete veces mayor a un filete de ternera, la verdura y el pescado al vapor, el aceite de coco o los polvos de algarroba. Pero sobre todo una bebida que asegura tiene efectos milagroso: el agua alcalina.

Otro de sus mayores defensores es Tom Brady, considerado como el mejor pasador en la historia de la NFL y es además una de las grandes leyendas deportivas del deporte estadounidense.

Hace unos años, el propio deportista explicó a través de un libro cómo nutre su cuerpo para competir, con una combinación de filosofías y predominio de verduras, pero sin sufrir ni ser radical: “El régimen que sigo es una mezcla de filosofías orientales y occidentales. Algunos de estos principios existen desde hace miles de años. Mi régimen nutricional puede parecer restrictivo para algunas personas, pero para mí no es natural comer de otra manera”, publicó en ‘The TB12 Method’.

La clave de su dieta es sin duda la hidratación. Lo primero que entra en su cuerpo cuando se levanta a las 6 de la mañana es medio litro de agua alcalina con electrolitos. Y antes de entrenar se ha apuntado a los smoothies, el que más toma lleva plátanos, nueces, semillas y arándanos. A las 8 termina de entrenar y, de nuevo, se bebe un vaso de agua con electrolitos para recuperar bien los músculos. Y, además, se toma su batido de proteínas.

Le da tanta importancia a los líquidos que llega a beber entre 12 y 25 vasos de agua al día.

Otros famosos como Miranda Kerr, Mark Wahlberg o Cardi B se han sumado a esta moda.

¿Qué beneficios tiene ese tipo de agua para los atletas de élite?

Clara Hughes, campeona olímpica canadiense, es una gran defensora de los beneficios del agua alcalina en sus entrenamientos. “No podía creer la diferencia que hizo el agua alcalina después de los esfuerzos extremos del entrenamiento”, dijo Hughes a ESPN en una entrevista.

El agua con alcalina está repleta de minerales esenciales como calcio, magnesio, potasio y zinc. Estos minerales esenciales ayudan a expulsar los desechos y toxinas innecesarios de nuestro sistema, lo que ayuda a aumentar la resistencia de un atleta.

Japón lleva años estudiando el agua alcalina, sobre la que han encontrado algunos aspectos muy interesantes relacionados con la práctica deportiva, empezando por una recuperación muscular más rápida y efectiva, y una reducción de las microcicatrices del músculo, neutralizando los desechos metabólicos ácidos y disminuyendo igualmente la aparición de lesiones.

Según diversos estudios, el agua alcalina logra reducir los niveles de acidez en el torrente sanguíneo, además de retrasar el deterioro de los huesos. Además, es antioxidante, ya que ataca a los radicales libres, que aceleran el envejecimiento; también ayuda a que haya mejores digestiones, ya que es un antiácido y, como toda agua, nos hidrata. Pero además se ha demostrado su efectividad para adelgazar ya que tiene un potente efecto saciante que impide que tomemos alimentos y bebidas poco indicados.

Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA