En medio de una escalada de violencia en la región, el sur de Israel vuelve a resonar con el sonido familiar de las sirenas de cohetes y las explosiones de los interceptores de la Cúpula de Hierro. Este sistema de defensa antimisiles altamente elogiado está desactivando en gran medida los misiles palestinos en medio del Estado de Guerra decretado tras los ataques terroristas de Hamás. La violencia ha llevado al lanzamiento de cientos de cohetes desde la Franja de Gaza, cobrándose al menos 230 vidas.
La Cúpula de Hierro es un sistema móvil de defensa aérea desarrollado por Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries, con apoyo de Estados Unidos. En funcionamiento desde 2011, está diseñado para interceptar y destruir cohetes de corto alcance y proyectiles artilleros, protegiendo a la población civil de ataques a distancias de 4 a 70 kilómetros. Con sistemas adicionales como David’s Sling y Arrow, aborda amenazas de medio y largo alcance, incluyendo aviones, drones y misiles. La Cúpula de Hierro se basa en un sistema de radar y análisis que determina si un cohete entrante es una amenaza, disparando un interceptor solo si existe riesgo para áreas pobladas o infraestructuras cruciales.
Este sistema es un pilar del predominio militar de Israel en la región, enfrentando amenazas de grupos como Hamás y Hizbulá, así como los misiles balísticos de largo alcance de Irán. Tanto es su éxito que ha llamado la atención de otros países, como Ucrania, que busca adquirir sistemas similares para defenderse de posibles ataques y amenazas externas, consolidando así la reputación de la Cúpula de Hierro como un hito en la defensa antimisiles a nivel global.