Técnicos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) informaron en la Feria Internacional de Minería, Energía y Medio Ambiente (FIMEM), de Oruro, de los trabajos de conservación y mitigación geológica del Cerro Rico de Potosí.
¿Bajo qué condiciones se cierran las bocaminas en la cúspide del Cerro Rico?, y ¿cuál es el objetivo para realizar mensura subterránea y externa del macizo rocoso?, fueron algunas de las interrogantes planteadas y aclaradas por técnicos de la Gerencia Regional Potosí en la X Feria Internacional realizada entre el 7 y 10 de septiembre.
El ingeniero geólogo Gregorio Socaño y el ingeniero topógrafo Vladimir Choque hicieron conocer a los asistentes de la feria detalles sobre las decisiones técnicas que están en marcha para devolver al Cerro Rico de Potosí estabilidad y sostenimiento permanente para evitar mayor degradación.
“Por más de tres días la estatal minera compartió con la población, y estudiantes de Derecho e Ingeniería Minera de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y, de otras casas de estudios superiores, información actualizada sobre el Cerro Rico y, cómo está siendo intervenido para no perder el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad que fue otorgado en 1987 por la Unesco”, informó la estatal minera.
Entre las tareas encaradas por la Comibol destacan el desplazamiento de equipos escáner de medición para facilitar trabajos de mensura externa y subterránea de bocaminas que aún están operando, pero que, a corto plazo, deben migrar de la cúspide del macizo rocoso.
Además del traslado del relleno seco a la cúspide del yacimiento para tapar hundimientos.
“Cerramos 36 bocaminas, quedan 20 para cumplir el objetivo que está en marcha con apoyo de un plan flexible a corto, mediano y largo plazo”, explicó el gerente regional de la Comibol Potosí, Ramil Silvestre.