El seleccionado verde regaló el terreno, con jugadores sin compromiso, sin respuesta física ni actitud para revelarse ante la adversidad en una tarde en la cual apenas tuvo dos remates al arco, una cifra que coloca en evidencia el poco trabajo de preparación.
El Equipo de Todos jugó con diez hombres por la expulsión de Roberto Fernández, a los 39 minutos, pero once contra once o con esta inferioridad numérica, el compromiso iba por el mismo camino, con un plantel boliviano sin espíritu combativo y sin disposición a cambiar frente a los problemas que aparecieron desde los minutos iniciales.
Con unos cuantos metros por delante, Argentina pudo hacer un daño mayúsculo, exigiendo al arquero Guillermo Viscarra, pero esta “muralla humana” se vino abajo a los 31 minutos con el gol de Enzo Fernández, quien sólo tuvo que empujar un centro, a espaldas de Adrián Jusino, tras un centro de Ángel Di María. Luego vino la expulsión de Fernández, aumentando el grado de dificultad.
La cuenta fue aumentada a 2-0, a los 42 minutos, con un golpe de cabeza y parte del hombro de Nicolás Tagliafico, quien ingresó libre de marcación, de nuevo con Jusino como el hombre que soltó la marcación.
La expulsión junto a los dos goles en contra hizo que el entrenador Costas desordene e improvise en un momento en el cual necesitaba mantener la cabeza fría. Ni las recomendaciones que hizo en el vestuario hizo despertar a los jugadores, quienes continuaron jugando con la cabeza abajo y sin ver el pórtico.
La albiceleste estaba cómoda, jugando con la tranquilidad de estar dos goles arriba y fue regulando el compromiso. Tuvo una ocasión de ampliar la cuenta con un remate que se estrelló en el poste y su premio a la calidad de juego vendría a los 83 minutos.
Ni los cambios ordenados por Costas hicieron posible que el cuadro verde reacciones y coloque actitud. Fernando Saucedo perdió un balón al ingreso del área grande, dejando la pelota a disposición del ataque contrario, que, a través de Nicolás González, amplió la cuenta con un 3-0, a los 83 minutos.
Este pésimo inicio en las eliminatorias, dejó a Bolivia de nuevo en una posición incómoda, con la segunda doble jornada a disputarse en un mes con el choque ante Ecuador en La Paz (12 octubre) y la visita a Paraguay en Ciudad del Este (17 de octubre).
APG/MR