Nicolás De La Cruz, por dos, y Federico Valverde, anotaron los goles de un equipo celeste que fue superior y lo demostró con goles.
Uruguay, con una actuación que ilusiona, venció por 3-1 a Chile en el Estadio Centenario por la primera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, debut oficial del ciclo Bielsa.
El partido comenzó con dos equipos tratando de afianzar posiciones en la cancha y un equipo local que presionaba sobre la salida del rival para intentar recuperar rápido la pelota.
Fue un arranque con juego contralado, pocas ocasiones ofensivas y un contrincante que apostó a bajar las revoluciones y conseguir brechas por la banda derecha.
Diez minutos donde Pellistri y Araújo no podían desbordar con claridad, por ende, Darwin Núñez entraba muy poco en juego. Poco después un gran pase de Valverde encontró al delantero de Liverpool picando al vacío, ganando en velocidad, pero su remate encontró una buena tapada de Cortéz.
Un despertador para la Celeste que repitió el plato sobre los 15′ con otra corrida del nueve por derecha que luego centró pero con Araújo sin poder definir por el centro.
De La Cruz, siendo pistón del fútbol, hacía que las acciones tuvieran otra claridad cuando la tocaba y con su visión encontró a Piquerez por izquierda en una jugada que no tuvo una buena resolución.
Los de Berizzo se defendían, cerraban espacios y cuando podían miraban a Brereton como referencia ofensiva, aunque casi siempre estuvo bien controlado.
Berizzo, al ver la soledad de movimientos de Valverde, dio la orden a Pulgar de presionarlo mucho más y con ello el Pajarito ya no participó tanto, complicando el fútbol y la distribución.
Fue momento de mejoría de la visita, que ya no sufría y además se animaba a algo más como un remate de media distancia de Marcelino Núñez que se fue cerca.
Pero a los 38′ apareció todo el talento del joven equipo uruguayo. En una estupenda acción colectiva celeste, donde la pelota pasó por Piquerez, Araújo, Darwin Núñez para asistir y Nicolás De La Cruz definiendo cruzado, llegó el 1-0 que sirvió para abrir el trámite y además dar tranquilidad.
Y el segundo estuvo al caer a los 43′, cuando el jugador de River Plate, una vez más, robó una pelota en zona de volantes sobre Aránguiz y dejó solo y lanzado a Núñez, que en el mano a mano terminó pateando ancho.
Pero no demoró en concretarse y arribó en el tiempo de adición de esa primera etapa, donde conectaron los tres mejores exponentes de la cancha. Ugarte robó y se la dio a De La Cruz, este manejó, avanzó y se la dio a Valverde qué, tras maniobrar, sacó un remate cruzado para inflar las redes. 2-0 y al descanso.
Lo remató
El complemento comenzó sin cambios, con la confianza de los nuestros en un resultado a favor y la claridad de Nicolás De La Cruz que era un diferencial importante. Fue este quien le metió otra pelota a Núñez para enganchar y disparar cruzado, pero su intento se fue algo elevado.
El trámite estaba bajo control, con los visitantes sin poder encontrar acciones de ataque y los celestes prontos para cambiar el ritmo y acercarse al tercero. Así lo hizo el delantero centro que se mandó por derecha, combinó con Piquerez que colocó un centro cruzado preciso para el ingreso de Pellistri que le erró al arco al patear.
Lo poco mostrado por Berizzo lo obligó a realizar variantes para ir por el descuento, ingresando Arturo Vidal y Juan Delgado, mientras Cortéz volvía a despejar un zapatazo de Núñez.
Sobre los 71′ Bielsa mandó a Brian Rodríguez por Facundo Pellistri y en ese instante apareció el tercero y merecido gol local. Valverde robó una pelota en mitad de la cancha, habilitó a Darwin Núñez que la mandó al medio y nuevamente Nicolás De La Cruz fue clave para anotar el 3-0.
Maximiliano Gómez a la cancha recambiando los nueves y casi sin querer apareció el decuento trasandino. Maximiliano Núñez mandó un centro de la derecha, Valdés peinó ante un adelantado Rochet, la pelota dio en el travesaño y Vidal aprovechó el rebote para concretar el 3-1.
Pero de allí en más nada más pasó, más allá de una chance de Cäceres que dio en el palo y pudo ser el cuarto. El pitazo de Darío Herrera sentenció el 3-1 final, tres puntos en casa, debut ilusionante en la clasificatoria sudamericana y a pensar en Ecuador en Quito.