Antes de que Bolívar toque el pórtico contrario, Valencia hizo su aparición, ni antes ni después, en el momento justo. El “Superman Ecuatoriano” –como se lo conoce en el mundo futbolístico– no trabaja solo, fue suficiente una habilitación de Alan Patrick para que su compañero se libere de la marcación de Nicolás Ferreyra y anote con un derechazo abajo.
De ese golpe jamás se pudo reponer Bolívar. Hasta ahora no había enfrentado a un plantel que se movió en bloque y que puso corazón para cerrar los espacios, y contra una defensa impenetrable, la Academia cayó en el juego previsible de enviar centros y sacar remates de larga distancia tratando de sorprender al arquero Sergio Rochet, quien dio guiños de nerviosismo ante los disparos.
Mientras sus compañeros dejaban el alma por defender el 1-0, conseguido a los 16 minutos, Valencia estaba atento a la llegada de un balón largo para explotar su velocidad y volverse inalcanzable como ocurrió en la segunda parte, paralizando las pulsaciones de los bolivaristas, pero la salida del arquero Carlos Lampe sucedió a tiempo.
Ferreyra sólo fue el antagonista en los papeles de Valencia, porque no pudo hacer sentir su presencia en los balones divididos ni menos en las jugadas rápidas, un error que es compartido por el resto de la línea defensiva del elenco del entrenador Beñat San José.
A cuatro minutos del final reglamentario, Valencia fue reemplazado. Cumplió con su deber y guardó su “capa” hasta el siguiente martes cuando Internacional reciba a Bolívar en el estadio Beira-Río de Porto Alegre, donde Valencia y sus amigos lucirán su potencial al máximo para definir esta llave.
APG/MR
La Paz – Bolivia, Martes, 22 de Agosto del 2023