Con una genialidad tras otra, Lionel Messi completó ayer una marcha triunfal hasta su primer título como jugador del Inter de Miami. El astro argentino, que ha revolucionado el fútbol estadounidense en solo un mes, marcó en la final su décimo gol en siete partidos. El título de la Leagues Cup, un torneo en el que participan los 47 equipos de la estadounidense MLS y la mexicana Liga MX, se resolvió en una dramática tanda de penaltis en la que hicieron falta 11 lanzamientos por equipo. El fallo del guardameta del Nashville SC, Eliot Panicco, dio la victoria al equipo de Miami.
Con la victoria de este sábado, Messi añade una muesca a su revólver y logra su 44º título oficial. Y como tantos otros, este título le pertenece más que a nadie. Camisetas azulgranas, albicelestes y rosas con el número 10 y el nombre de Messi poblaban las gradas. Era el protagonista absoluto desde que se puso el balón en juego. Cuando el balón pasaba por sus pies, un escalofrío recorría el estadio.
Messi disparó tres veces a puerta. En la primera marcó un golazo por la escuadra desde fuera del área tras recoger un balón perdido en el borde del área, esquivar a un defensa y colarla entre una maraña de defensas locales. En la segunda volvió a lanzar desde la frontal del área y la estrelló en el poste. Y la tercera fue el penalti que abrió la tanda decisiva. Esperó a que se venciese el portero para marcar con suavidad. Luego esperó nervioso junto a sus compañeros hasta que llegó el título.
Messi, que ha jugado más de 40 finales en su carrera, se llevó el trofeo al mejor jugador del torneo y también se coronó máximo goleador. Junto a eso, la copa de campeón, que se encargó de recoger junto al capitán mientras los aficionados coronaban su nombre. No le cabían tantas copas en las manos. David Beckham, copropietario del club, y su mujer, Victoria Beckham, su abrazaban sobre el césped sin que la sonrisa se les borrase de la boca.
El partido se jugaba en el estadio del Nashville SC. No tuvo una calidad futbolística, pero sí la emoción de las finales. Los locales alternaban la presión alta con el repliegue y parecían tener más claro a qué jugaban. El Inter no encontraba el camino de la portería rival hasta que en el minuto 23 apareció Messi con su genialidad. “Hicimos una buena jugada ofensiva y cuando la pelota le cae a Leo en esos lugares, él no suele fallar, así que ahí nos pudimos poner en ventaja, pero el partido fue parejo”, explicaba el entrenador Tata Martino en el descanso.
En la reanudación, el Inter de Miami trató de dormir el partido, pero en el minuto 57 una carambola desafortunada en un córner lanzado por el alemán Hany Mukhtar, la estrella local, acabó con gol en propia meta de Callender, el portero del Inter. A partir de ahí, el Inter sufrió un bajón físico y anímico. El dominio y la mayoría de las oportunidades fueron del Nashville aunque Messi lanzó su disparo al palo y, en el último minuto, el ecuatoriano Leonardo Campana desaprovechó la ocasión de marcar a puerta vacía y estrelló también el balón en el poste.
Al Inter le vino bien que no hubiera prórroga, sino que se pasase directamente a los penaltis. El Nashville falló el segundo, pero cuando la copa ya parecía del Inter, falló en el quinto lanzamiento. A partir de ahí los jugadores de uno y otro equipo convirtieron todos los penaltis hasta que llegó el turno de Panicco. Callender fue capaz de atajar el balón. 10-9 en la tanda de penaltis.
Busquets celebraba la victoria al acabar el partido. “Estoy muy feliz de conseguir en solo un mes el primer título de este equipo”. Busquets debutó a la vez que Messi y a ambos se unió después Jordi alba, con lo que el primer título del Inter tiene cierto sabor azulgrana. “Contagiamos al equipo de nuestro espíritu, de nuestro trabajo, de nuestra experiencia. (…) Y también tenemos a Leo que marca la diferencia porque es el mejor del mundo”, añadió Busquets.
El argentino dio la victoria al Inter con un gol de falta en el descuento en el partido de su debut. Ha marcado en los siete partidos que ha jugado hasta ahora y en tres de ellos ha logrado un doblete. Busquets ha aportado orden al equipo y Alba, profundidad por la banda izquierda. Messi ha comparecido esta semana ante la prensa por primera vez desde su debut y ha dicho que en Miami ha recuperado la felicidad de jugar al fútbol que había perdido en el PSG. Se siente importante y lo es, aunque sea en un campeonato de nivel más bajo.
El Inter de Miami es el colista de la Conferencia Este de la MLS, interrumpida hace algo más de un mes para la disputa de esta Leagues Cup. Ese grupo que llevaba semanas y semanas sin ganar es ahora un equipo campeón.
Fuente: EL PAÍS
