La familia doliente ha prometido no rendirse hasta que los responsables del asesinato de Francisco y Consuelo sean capturados y condenados con la pena máxima.
Después de 106 días, la investigación del crimen de Francisco V.S. (de 76 años) y su esposa María Consuelo J.S. (70) sigue sin dar respuestas. Se habla de un posible móvil económico y hay personas bajo sospecha, pero hasta ahora no se ha detenido a nadie. El caso continúa envuelto en un misterio sin resolver, mientras que las familias de las víctimas enfrentan un doloroso calvario en busca de justicia.
Francisco y María Consuelo formaron un matrimonio sólido, un equipo excepcional que trabajó desde hace varios años en la importación de perfumes europeos. Francisco, ingeniero agrónomo cliceño, contaba con el apoyo incondicional de María Consuelo, quien era su fiel compañera y mano derecha. Su círculo cercano y amigos los querían mucho, por lo que el impacto del doble crimen fue devastador para ellos. No se conocían enemistades ni problemas que podrían haber desencadenado un acto de venganza u otra situación similar, lo que hace aún más desconcertante el asesinato con extrema crueldad. Sin embargo, cada vez cobra más fuerza la teoría de un móvil económico o patrimonial detrás de este trágico hecho.
El sábado 25 de marzo, los esposos fueron hallados sin vida en su residencia en el barrio Belén Tokio, ubicado en la avenida Tadeo Haenke, en Cochabamba. Fue el hijo de Francisco, fruto de una relación anterior, quien se enfrentó a una escena aterradora. Después de recibir la llamada de una empleada, quien le informó que su padre y su esposa no respondían a las llamadas y que la tienda permanecía cerrada, intentó comunicarse con ellos, pero no obtuvo respuesta. Al acercarse al inmueble del matrimonio, desde el exterior pudo observar que el automóvil de su padre se encontraba en el garaje, lo que hizo que sospechara que estaban en casa. A pesar de sus repetidos intentos de llamar a la puerta, nadie acudió, lo que lo llevó a entrar a la propiedad escalando el muro.
Francisco y Consuelo perdieron la vida debido a múltiples puñaladas; se presume que uno de ellos pudo haber luchado y dejó marcas en su agresor. El informe de la autopsia realizada por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) reveló que Francisco murió a causa de un shock hipovolémico, una laceración cardíaca y un traumatismo toracoabdominal penetrante causado por un arma punzocortante, mientras que Consuelo por un shock hipovolémico, sección de la arteria carótida derecha y un traumatismo cervical penetrante ocasionado por un arma blanca. Se estima que fallecieron entre 8 y 10 horas antes del levantamiento de sus cuerpos.
¿QUÉ HAY DETRÁS DEL DOBLE ASESINATO?
Se han planteado al menos dos hipótesis, pero la teoría económica es la que adquiere mayor peso. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba informó inicialmente que se encontraron muebles con cajas abiertas y desorden en los ambientes de la vivienda, aunque las puertas no mostraban signos de violencia. Podría haber existido un “botín importante” ya que no se llevaron joyas, celulares u otros objetos de valor.
Alejandro Prieto, abogado de la familia de Francisco, coincide con esta teoría, señalando que el móvil del crimen parece ser patrimonial porque los esposos no tenían enemigos ni problemas con nadie. Sin embargo, no hay indicios adicionales que conduzcan a los responsables. El grupo de sospechosos se reduce gradualmente, ya que, según el abogado, tienen a dos personas bajo sospecha, pero no se puede proporcionar más información para no interferir en las investigaciones.
SIN PRECINTO
La familia de Francisco cree que los perpetradores volvieron a ingresar a la propiedad posiblemente en busca de más dinero. Después del crimen, la casa donde vivían los esposos fue precintada, pero antes de que pasara un mes, una de las hermanas de Francisco descubrió que el precinto colocado en la puerta estaba roto.
Ese día, la hermana se dirigió a la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida y la Integridad Física en Coña Coña. Sin embargo, de regreso a su hogar, pasó por la vivienda que ocupaban su hermano y su cuñada. Se percató de que había flores y velas en la puerta, así que se bajó de la movilidad para elevar una oración y, antes de irse, notó el precinto roto. Inmediatamente llamó a su entonces abogada para informarle, quien le sugirió que regresara a la Fiscalía y comunicara la situación al fiscal a cargo. A su regreso, la asistente del funcionario le informó que este se encontraba ocupado y se comprometió a transmitirle la información a su superior. La hermana sintió que su reclamo no fue tomado en serio.
Al poco tiempo, solicitaron un análisis de quimioluminiscencia forense. Durante este proceso, se percataron de que las cerraduras de la cocina y el escritorio habían sido forzadas. Además, se encontró una huella en una silla, lo que sugiere que alguien se había subido a ella.
Todo esto ha generado una creciente preocupación en la familia. Viven en constante angustia, saliendo siempre acompañados y avisando a dónde van y cuánto tiempo tardarán, entre otras precauciones, porque los asesinos de sus seres queridos siguen en libertad mientras ellos buscan justicia.
ACTUADOS
Durante estos tres meses de investigación, los encargados del caso han recopilado declaraciones de familiares, empleados y personas cercanas a los esposos asesinados. Además, se han llevado a cabo allanamientos en propiedades y negocios.
Sin embargo, según Alejandro Prieto, abogado de la familia, hasta el momento los procedimientos realizados no han arrojado elementos “concluyentes” que permitan avanzar en la identificación de los responsables del doble asesinato. También cuestiona la reserva excesiva con la que el Ministerio Público está manejando los procedimientos, tanto así que no se les habría notificado sobre un allanamiento llevado a cabo el lunes 3 de julio, a pesar de su interés en esclarecer el crimen.
Se conoció que ese día se allanó un consultorio médico que pertenece a una persona que vivió durante un tiempo con las víctimas. Además, se han realizado diversas inspecciones, incluyendo una a finales de abril, en la que se detuvo a un ciudadano colombiano que supuestamente tenía algún vínculo con alguien cercano a los esposos. Inicialmente se sospechó su implicación en el doble crimen, pero los investigadores no encontraron indicios que lo relacionaran con el caso. Sin embargo, el hombre fue arrestado, pero por posesión de sustancias controladas.
Según el abogado, desde el inicio de la investigación ha habido deficiencias, por lo que ahora exigen celeridad en el esclarecimiento del asesinato de Francisco y Consuelo.
No obstante, según la información proporcionada por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), están comprometidos en la labor de identificar a los responsables. Después del doble crimen, llevaron a cabo entrevistas con vecinos, revisaron las grabaciones de las cámaras de vigilancia y, a lo largo de este período, se vieron en los allanamientos y actuaciones dirigidas por la Fiscalía. Además, han informado que están citando nuevamente a familiares y personas cercanas a los esposos, ya que han detectado contradicciones entre sus testimonios, y están utilizando recursos tecnológicos para respaldar la investigación.
CLAMOR DE JUSTICIA
Francisco y Consuelo eran una pareja apreciada, como lo demostraron las publicaciones en las que se lamentaban sus fallecimientos y se expresaban condolencias a sus familiares. El impacto del doble crimen que sacudió a Cochabamba se hizo evidente a través de un movimiento significativo en las redes sociales, donde muchos exigían justicia.
Los familiares de las víctimas se encuentran sumidos en un profundo dolor y angustia. No comprenden por qué, hasta ahora, no hay pistas sólidas sobre los asesinos, y están convencidos de que se trata de más de una persona involucrada en el crimen. Según las investigaciones, incluso se presume que las víctimas podrían haber reconocido a alguno de los autores, lo que habría llevado a su trágico desenlace.
Ante esta situación desesperante, los dolientes alzaron su voz el martes 4 de julio frente a la vivienda de Francisco y Consuelo. Cerraron la calle y colocaron carteles exigiendo justicia a las autoridades por el doble crimen. En esa ocasión, la familia hizo un llamado público para reunirse con el ministro de Justicia, Iván Lima, con el fin de transmitirle sus inquietudes y desesperación. Han pasado 106 días desde el macabro suceso, pero la impunidad prevalece, ya que no hay culpables ni respuestas satisfactorias.
Fuente: OPINIÓN
