El fundador de la publicación, José Rubén Zamora, lleva casi diez meses en prisión después de décadas denunciando casos de corrupción estatal.
El diario elPeriódico de Guatemala ha publicado este viernes un comunicado que es a la vez su epitafio: después de 287 días del arresto de su director y fundador, José Rubén Zamora, y tras soportar durante ese tiempo “persecución, presiones políticas y económicas”, el medio ha decidido cerrar sus operaciones. El próximo lunes 15 de mayo saldrá la última edición de esta publicación que por años ha investigado la corrupción que impera en este país centroamericano.
El Gobierno de Alejandro Giammattei, a través del fiscal Rafael Curruchiche, inició una embestida contra el diario el 29 de julio de 2022, cuando las fuerzas de seguridad detuvieron a José Rubén Zamora y allanaron la redacción de elPeriódico. Esta publicación nació en 1996 y durante sus casi 30 años de vida dio a conocer y denunció una multitud de casos de corrupción estatal, incluidos los escándalos que dieron paso a la caída del Gobierno de Otto Pérez Molina en 2015.
“elPeriódico recibió un golpe contundente. Después de diez meses de denunciar que el régimen actual estaba fabricando casos en su contra, José Rubén Zamora fue capturado por un caso articulado en menos de 72 horas”, señala el comunicado. “Desde ese momento comenzó la batalla por resistir y las previsiones no eran esperanzadoras. Según los cálculos del personal financiero y dadas las circunstancias, al medio le quedaban dos meses de vida. Pero no fue así. Gracias a la solidaridad de nuestros lectores fieles, de nuestros anunciantes y el apoyo de organizaciones internacionales que creen en el periodismo independiente y la democracia, nuestro equipo resistió 287 días de persecución, presiones políticas y económicas”.
En paralelo, el fundador de elPeriódico enfrenta un juicio que sus allegados y periodistas han calificado como “político”. José Rubén Zamora está acusado por la Fiscalía de lavado de dinero y chantaje, cargos que él afirma que son una represalia por sus publicaciones periodísticas. El pasado 3 de mayo, cuando inició el proceso criticado por múltiples “irregularidades”, el mismo acusado adelantó que lo van a “sentenciar”. “Soy un preso político y he sido tratado como tal”, declaró Zamora.
ElPeriódico resalta en su comunicado “que los embates no cesaron”. “Hasta el momento, cuatro abogados han sido detenidos, dos todavía guardan prisión preventiva, seis periodistas y tres columnistas están siendo investigados por la FECI [la Fiscalía Especial contra la Impunidad] de Rafael Curruchiche y José Rubén Zamora ha acumulado cuatro casos penales en su contra”.
José Zamora, hijo del periodista acusado, afirma a EL PAÍS que “es imposible desvincular” lo que le pasó a elPeriódico con el caso de su padre. “Desde que el Estado lo secuestró hace casi diez meses, se hizo cada vez más difícil conseguir el apoyo financiero que se necesita para mantener al medio operando. Los anunciantes están muy asustados al ver que la persecución del Estado no solo continúa, sino que se intensifica… Entonces prefirieron no poner sus anuncios en el diario ni otorgar donaciones porque el Estado también los persigue”.
José Zamora explica que el personal de elPeriódico estaba compuesto de 30 personas, pero la justicia guatemalteca abrió casos a nueve de ellos. “Este cerco financiero hizo que cada vez se fuera haciendo imposible pagar la planilla, es decir no cumplir a tiempo con sus salarios… Aunque todo el equipo estaba y está sumamente comprometido con el diario y la misión de hacer periodismo, es sumamente difícil continuar. Y lo más responsable para proteger al equipo, y también con el tema financiero, era dejar de publicar”, lamenta el hijo del acusado, también periodista.
“Es terrible para la democracia”
El cierre de elPeriódico es un golpe mayúsculo para la libertad de prensa en Guatemala, pero también para una Centroamérica atravesada por autoritarismos que le han declarado la guerra al periodismo y los reporteros. “Todo esto es terrible para el país, para todos los guatemaltecos. Es terrible para la democracia porque empodera a estos personajes represivos y autoritarios. Es un paso más para llegar a establecer un sistema totalmente corrupto. Es un paso más para convertir a Guatemala en Nicaragua, Venezuela o Cuba”, dice José Zamora.
La justicia controlada por el Gobierno de Giammattei también ha desatado una persecución contra al menos 35 jueces y fiscales críticos, quienes –al igual que más de 20 periodistas– se han exiliado. Además, de cara a las elecciones generales de 2023, el Tribunal Supremo Electoral ha inhabilitado las candidaturas de fórmulas que atacan al “sistema corrupto”, como es el caso Thelma Cabrera, lideresa indígena y a Jordán Rodas, exprocurador de los Derechos Humanos.
José Luis Font, periodista en el exilio, dice a EL PAÍS que el cierre de elPeriódico “siempre fue el objetivo” de la Administración de Giammattei. “También de los financistas de la Fundación contra el Terrorismo y del Ministerio Público, que sirvió como instrumento de un Gobierno que mantiene cooptadas las Cortes”, sostiene. “Una alianza gobernante que prácticamente ha tomado el control de todas las instituciones de la República y que no tiene contrapesos en ese poder, puede lograr algo tan negativo como cerrar al único periódico que durante años se dedicó a investigar corrupción de una manera constante y de una manera eficaz en Guatemala”.
Font, quien trabajó en elPeriódico, agrega que muchos de los casos de corrupción que se destaparon bajo la tutela de José Rubén Zamora fueron llevados a los tribunales con éxito por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), desmantelada en 2018 por el expresidente Jimmy Morales.
“Las razones para que elPeriódico haya enfrentado siempre dificultades económicas y la animosidad en diferentes gobiernos están a la vista: documentó esa corrupción por mucho tiempo. Es un retroceso para la libertad de expresión, para la libertad de prensa y para la libertad de las personas de tener acceso a la información en Guatemala. Pero este no es el final de la historia”, afirma Font.
Mientras tanto, en Guatemala, los periodistas de este diario expresan en el comunicado, que parece más el epitafio de esta redacción, que “han sido diez arduos meses de resistencia y lucha”. “En noviembre de 2022 cesamos la edición impresa y nos enfocamos en nuestra edición digital. Pensamos que podríamos adaptarnos, transformarnos y sobrevivir. Por el contrario, la persecución se intensificó, al igual que el hostigamiento a nuestros anunciantes, y mantener nuestras operaciones se hizo cada vez más difícil”, explican.
Fuente: EL PAÍS