Las iniciativas para escapar a la hegemonía del dólar se multiplican en los países emergentes con mayor o menor éxito. El último ejemplo es un proyecto de comercio bilateral en moneda local entre Brasil y Argentina.
Pagar las importaciones brasileñas en pesos argentinos. Es la tentadora propuesta del Presidente Lula a su homólogo Alberto Fernández. Es una verdadera bendición para este país en apuros. Sobreendeudado, carcomido por la hiperinflación, mermado por una sequía histórica que ha masacrado las cosechas, minado por la erosión de su moneda, que ha perdido un 44% frente al dólar en el último año. Por todas estas razones, Argentina tiene una escasez recurrente de divisas estadounidenses. Pero por el momento, esta promesa sigue siendo una cáscara vacía. Los dos presidentes discutieron amargamente el tema durante su reunión del martes en Brasilia, sin llegar a un anuncio concreto. Está previsto que sus ministros vuelvan a reunirse en los próximos días para intentar elaborar un mecanismo seguro para ambos países.
Su comercio se liquida actualmente en dólares, una situación generalizada en el mundo
El 45% del comercio mundial se realiza en dólares. Esto se ha convertido en una facilidad en muchos mercados de materias primas como el petróleo. Este dominio del dólar tiene ventajas: el comercio es más fluido. Esta moneda es tranquilizadora en todo el mundo. Cuando se produce una crisis, todo el mundo acude al dólar. El problema para los Estados que se ven obligados a utilizarlo es que no tienen ningún control sobre él, es el privilegio exclusivo de la primera potencia mundial. Esta hegemonía ha sido impugnada durante cincuenta años, pero hasta ahora ningún país ha conseguido liberarse de ella.
¿Cuál es la motivación de los países emergentes para romper con el billete verde?
Los que se han endeudado en dólares en los mercados internacionales y ven caer rápidamente su moneda comprenden la trampa que puede suponer para sus finanzas. Los países emergentes también tienen motivaciones políticas. China en particular. Pekín está firmando todo tipo de acuerdos para comerciar en yuanes. Con países como Rusia y Brasil, y recientemente con Argentina. Pero también con empresas. TotalEnergies ha acordado una liquidación en yuanes por sus exportaciones de GNL a una empresa estatal china. India también está ofreciendo liquidaciones en rupias a Malasia y a países de África Oriental. Los países sometidos a sanciones estadounidenses también buscan una alternativa al billete verde.
Los BRICS sueñan ahora con una moneda común
Diecinueve países quieren unirse al club formado por las cinco grandes naciones emergentes para participar en esta moneda común. Podría estar respaldada por el oro. Harán falta años de negociaciones antes de que este proyecto se haga realidad. Los BRICS han creado recientemente un banco de desarrollo. Está presidido por Dilma Rousseff, de Brasil, ex presidenta y compañera de la trayectoria política de Lula. El mandatario brasileño ha propuesto que la cuestión se remita al banco de los BRICS, ya que no pudo cumplir su promesa a Argentina.
¿Por qué es complicado prescindir del dólar en el comercio entre Brasil y Argentina?
El Estado propone abrir una línea de crédito para financiar las exportaciones a Argentina, que se pagarán en pesos. Pero la operación es arriesgada: no es seguro que recupere su inversión inicial dada la permanente erosión del peso. Brasil ya ha sufrido pérdidas con Cuba y Venezuela y no quiere volver a pagarlas. Aunque el riesgo merezca la pena. Brasil cree haber perdido terreno en Argentina frente a China, que ofrece soluciones de pago alternativas al dólar.
Fuente: RFI