Fuentes de seguridad confirmaron que al menos 85 personas murieron en una estampida en Saná, la capital yemení, cuando cientos de residentes se reunían en una escuela para recibir donaciones en efectivo, distribuidas por los comerciantes durante el fin del mes sagrado del Ramadán. Este hecho remarca la grave crisis humanitaria en un país devastado por la guerra de casi una década y donde más de 17 millones de personas están al borde de la hambruna, según cifras de la ONU.
Es la tragedia más mortífera en Yemen, no relacionada con el conflicto que golpea al país desde 2014.
Al menos 85 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en una estampida en la capital Saná, durante la entrega de ayuda económica.
“85 personas murieron y más de 322 resultaron heridas (…) Entre los fallecidos hay mujeres y niños”, y alrededor de 50 heridos se encuentran en estado grave, aseguró una fuente de seguridad en Saná.
Esta cifra también fue confirmada por fuentes médicas de la ciudad, controlada por funcionarios hutíes, que hace casi una década expulsaron al Gobierno de la urbe, lo que detonó la guerra civil en curso.
Las víctimas fueron trasladadas a hospitales cercanos y los organizadores del acto fueron detenidos, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado difundido por la agencia de noticias rebelde Saba.
“Caótica distribución de dinero”
La estampida tuvo lugar en una escuela del distrito del casco antiguo, donde cientos de residentes se habían congregado para recibir la ayuda, distribuida por comerciantes, pocos días antes de la festividad de Eid el-Fitr, que marca el fin del mes de ayuno musulmán.
Algunos de los testigos aseguran que escucharon disparos, lo que hizo que la multitud corriera y entrara en pánico.
Los rebeldes hutíes, cercanos a Irán, tomaron el control de la capital, Saná, en 2014, lo que provocó la intervención unos meses después de una coalición militar, liderada por Arabia Saudí, para apoyar al Gobierno.
Desde entonces, la guerra en Yemen ha cobrado la vida de cientos de miles de personas —víctimas directas e indirectas del conflicto— y ha sumido al país más pobre de la península arábiga en una de las peores crisis humanitarias del mundo, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El organismo internacional destaca que en medio del conflicto más de 17 millones de personas se encuentran al borde de la hambruna. Es decir, cerca de la mitad de la totalidad de la población, de alrededor de 33 millones de personas.
Fuente: FRANCE 24