La pareja de Kendy Paola, un joven transgénero acusado de asesinarla, habría informado dónde se encontraba el cuerpo sin vida cuando llamó a la prima de la víctima el pasado jueves.
Según relatos de Bertha, madre de Kendy Paola -quinta víctima de feminicidio en Cochabamba-, la propia pareja de su hija fue quien habría informado a la familia sobre la muerte y la ubicación en donde se encontraba el cuerpo.
La principal sospechosa de este asesinato es la pareja sentimental de Kendy Paola, quien es un hombre transgénero (al nacer se le atribuyó el sexo femenino) que se hace llamar Nicolás Eduardo. Ambos llevaban una relación de 1 año y 4 meses aproximadamente.
La pareja sentimental de la víctima tendría una bebé con quien Kendy estaba muy encariñada, pues habrían pasado juntas la gestación de Nicolás Eduardo en Brasil. Hace poco más de dos meses, el trío familiar llegó a Bolivia para continuar una vida juntos.
Según lo que la mamá de Kendy contó a medios de comunicación, la pareja habría alquilado primero un inmueble en el municipio de Quillacollo, pero no duró más de mes y medio allí ya que no contaba con agua ni luz; así es que decidió alquilar en Vinto, hasta el día del entierro de la occisa, el 14 de abril, la pareja habría cumplido recién una semana de estadía en el lugar.
Bertha, madre de la joven asesinada, contó que el pasado jueves ella se dirigía en trufi a la casa de sus papás para visitarlos. En un momento dado llamó y el hermano recibió la noticia de que Kendy estaba muerta. Inmediatamente, Bertha se bajó del motorizado para ir a buscar a su hija.
“Mi hermano me dijo que mi hija estaba muerta. Entonces me bajé del trufi, agarré un taxi hasta donde vivía mi hija, me indicó mi hermano dónde vivía porque yo no conocía. Llegué al lugar y mi hija ya estaba muerta en una habitación cerrada, del departamento que habían alquilado. Estaba todo cerrado”. dijo.
Asimismo, relató que no entraron a los interiores del inmueble, sino que el dueño de la casa rompió una pequeña ventana, así pudieron ver el cuerpo de Kendy Paola, que estaba tapado con una colcha de cama.
El crimen habría sido informado por Nicolás Eduardo, principal sospechoso de la muerte de Kendy. La madre contó que su sobrina recibió una llamada de Nicolás, quien le dijo que su prima estaba muerta y, además, le reveló dónde estaba el cuerpo sin vida.
Así, la sobrina fue la que le informó a su padre, este fue a la vivienda recién alquilada por la pareja, pero no se animó a entrar, así que llamó a la Policía. Los agentes llegaron al lugar e hicieron el levantamiento del cadáver, que se hallaba ya en estado de putrefacción.
Según la madre, Kendy Paola era manipulada por su pareja. Nicolás Eduardo trabajaba de administrador en una discoteca de la ciudad. Después se habría enterado de que se trataba de un lugar de citas. Dijo que en dos ocasiones su hija fue obligada a trabajar en el sitio, pero desconoce su labor específica.
¿CONTINÚA EN BOLIVIA?
Como se mencionaba en párrafos superiores, la principal sospechosa de la muerte de Kendy Paola es su pareja, hombre transgénero de 26 a 28 años aproximadamente y de nacionalidad brasileña. Se hace llamar Nicolás Eduardo y se desconoce, hasta el día de hoy, su paradero.
La representante del colectivo de Mujeres de Fuego, Nidia Coca, indicó a Bolvisión que (hasta el sábado 15 de abril) la Policía no habría dado información si esta persona habría salido de territorio boliviano.
A partir de ello, emitieron un comunicado de búsqueda a través de redes sociales para dar con Nicolás Eduardo (así como otras personas lo hicieron).
APARECIÓ UN PERFIL EN FACEBOOK
Es así que recibieron un enlace de una cuenta que lleva el nombre de Nicolás Eduardo. La persona que maneja el perfil en dicha red social asegura ser la pareja de Kendy, ahora en calidad de prófugo.
Desde este perfil, el supuesto Nicolás Eduardo realiza comentarios corrigiendo la edad e identidad de género en los comentarios de los usuarios que se animan a escribir.
OPINIÓN buscó el aparente perfil de este sujeto y encontró uno en el que, evidentemente, el usuario realiza comentarios en publicaciones que tienen que ver con el feminicidio de Kendy. A continuación, la publicación posteada en Facebook en donde este perfil efectuó comentarios hace dos días.
En comentarios de esta publicación el perfil de Facebook que lleva el nombre de Nicolas Eduardo realizó comentarios, cuestionando y corrigiendo datos sobre su información personal:
Así también corrigió su edad y resaltó que no es una “chica trans”, sino un “chico trans”. Sin embargo, no respondía a ninguno de los comentarios de otros usuarios que exhortaban a que se entregue a las autoridades correspondientes.
Este medio visitó el perfil de Facebook y observó que durante la mañana de este lunes 17 de abril la persona detrás de esta cuenta ha estado posteando imágenes y texto lamentando la muerte de Kendy. Sin embargo, no se ha confirmado que esta cuenta sea, en efecto, de la pareja de la víctima.
EL HECHO
Kendy Paola, de 22 años, y su pareja llegaron de Brasil hace apenas dos meses y medio para continuar su vida juntos.
Kendy no había dado señales de vida desde el anterior domingo 9 de abril. La mañana del pasado jueves, la mujer fue encontrada sin vida en una casa del municipio de Vinto, mientras que la pareja y su presunta hija, hasta el día de hoy, son buscadas por efectivos de la entidad verde olivo.
Tras realizarse el levantamiento legal del cadáver se ejecutó la autopsia de ley, cuyos resultados determinaron que Kendy Paola fue asfixiada. Cuando encontraron el cuerpo, la data de la muerte era de dos a tres días.
La Fiscalía tipificó este caso como feminicidio, confirmando a Kendy Paola como la quinta víctima de crímenes de estas características en lo que va del año en Cochabamba.
Los restos fueron enterrados la tarde del viernes en el cementerio de Falsuri, ubicado en el municipio de Vinto, con la colaboración de la Fundación Voces Libres, entidad que, además, ayudó con la defensa legal y gratuita de la familia.
Los dolientes exigen justicia para que Kendy Paola pueda descansar en paz. La causa aún continúa en proceso de investigación.
Fuente: OPINIÓN