La Policía convocó a declarar a varias personas, entre ellos familiares y empleados de los fallecidos, a fin de esclarecer los móviles y dar con el autor o autores. No hay aprehendidos.
Por el asesinato de los esposos Francisco V.S. (de 76 años) y María Consuelo J.S. (70), la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) ha ampliado el “abanico de sospechosos”.
“Hemos abierto más el abanico de sospechosos a raíz de las declaraciones de testigos. Está verificándose los datos proporcionados por estas personas, del entorno familiar, y todo está en proceso de investigación”, informó a OPINIÓN el director de la FELCC de Cochabamba, Freddy Medinacelli.
El jefe policial señaló que varias personas, entre ellos familiares y empleados, han sido convocadas a declarar a fin de esclarecer los móviles del doble asesinato y capturar al autor o autores.
Francisco V. y María Consuelo J. fueron asesinados la madrugada del sábado 25 de marzo en su domicilio ubicado en la avenida Tadeo Haenke, zona norte de Cochabamba. Según la autopsia, la data de muerte es de unas 8 a 10 horas antes del levantamiento legal de los cuerpos.
El matrimonio se dedicaba a la importación de perfumes y tenía cuatro tiendas. La última vez que los vieron con vida fue la noche del viernes 24 de marzo cuando cerraban su tienda principal, al promediar las 20:00. Al día siguiente, ese negocio no abrió sus puertas y, esa situación, despertó alerta.
El hijo de la pareja recibió una llamada de una empleada de la tienda que le hizo conocer que sus padres no habían llegado y que no respondían las llamadas. Él intentó comunicar con ellos, pero, al no recibir respuesta, se dirigió al inmueble de sus padres. Desde el exterior, vio que sus vehículos estaban en el garaje, por lo que decidió ingresar por el muro y los encontró sin vida. Se comunicó con la Policía y, desde entonces, las circunstancias y los motivos del doble crimen es un misterio aún sin resolver.
Según Erick Gandarillas, investigador de la FELCC de Cochabamba, la División Homicidios se constituyó al lugar, al llamado de Radio Patrullas 110, al promediar las 10:00. Luego, junto al equipo multidisciplinario de la Fiscalía y personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) procesaron la escena del crimen y descartaron que se trate de un feminicidio. Al anochecer, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al Instituto de Investigaciones forenses (IDIF), donde establecieron que Francisco, de profesión ingeniero agrónomo, murió por shock hipovolémico, laceración cardíaca y traumatismo toracoabdominal penetrante por arma punzocortante, y Consuelo por shock hipovolémico, sección de la arteria carótida derecha y traumatismo cervical penetrante por arma blanca.
HIPÓTESIS
De momento, la Policía baraja dos hipótesis sobre el doble asesinato. Sin embargo, los avances se manejan con reserva para no entorpecer la investigación.
Para Medinacelli, el robo no ha sido descartado. Había muebles con cajas abiertas y desorden en los ambientes, pero las puertas del inmueble no habían sido violentadas. “Puede ser que haya habido un botín mayor, por eso no se han llevado joyas, celulares u otros objetos de valor. No descartamos nada, estamos investigando y verificando la coartada de los responsables”.
Los esposos fueron asesinados con saña; tenían múltiples heridas punzocortantes en sus cuerpos. “Estamos buscando saber cuál es el verdadero móvil del hecho”.
Según los vecinos, los autores se habrían entrado al inmueble de la pareja por una obra contigua.
ACTUADOS
Medinacelli dijo que han realizado un trabajo “puerta a puerta” en el barrio pidiendo a los vecinos que brinden información sobre lo que hayan visto el día del crimen.
Sobre el caso, el subdirector de la FELCC de Cochabamba, Hernando Sotopeña, señaló que el lunes se realizó una inspección para verificar la existencia de cámaras de seguridad que puedan aportar en el esclarecimiento del crimen. También conversaron con vecinos.
Por el doble asesinato, aún no hay aprehendidos, pero la Policía busca identificar y capturar a los autores. Esclarecer este caso es un “desafío” para los investigadores.
Fuente: OPINION