Miles de manifestantes volvieron a protestar en toda Francia este martes 21 de marzo, días después de que se adoptara la impopular reforma de pensiones impulsada por el gobierno y validada sin el voto de los diputados. Se espera una amplia movilización este jueves.
Tras una fallida moción de censura contra el gobierno de la primera ministra Elisabeth Borne este lunes, las protestas contra la reforma pensional se prolongaron en distintas localidades francesas.
En las calles, los manifestantes están determinados a seguir la movilización. “El movimiento se está ampliando en el sector estudiantil. Ya hay 60 establecimientos universitarios bloqueados y ocupados. Nuevas personas se movilizan y es un claro reflejo del rechazo democrático hacia Emmanuel Macron. Vamos a seguir movilizados hasta que se retire la reforma”, dijo a RFI desde la plaza de la República en París Éléonore Schmidt, portavoz del sindicato de estudiantes Alternativas.
Miles de personas participaron en las protestas del martes por la noche. En la ciudad de Nantes, en el oeste del país, los sindicatos contabilizaron 10.000 manifestantes, y la policía 4.100. La fuerza pública hizo uso de gases lacrimógenos y algunos manifestantes dispararon morteros.
Algunas refinerías permanecen bloqueadas, como en Fos-sur-Mer, cerca de Marsella.
“Arrestos arbitrarios”
En medio de los disturbios, la policía detuvo al menos a 200 personas en París, incluida una líder del partido La Francia Insumisa. “El ministro del Interior Darmanin, el presidente Macron y la primera ministra Elisabeth Borne intentan intimidar a los jóvenes y a todos aquellos que están enojados legítimamente. Eso se llama violencia de Estado. La usan para que la gente deje de manifestar”, denunció al micrófono de RFI la diputada Clémentine Autin, de La Francia Insumisa.
Elisabeth Borne reaccionó ante los diputados en la Asamblea Nacional acusándolos de permitir que “su violencia verbal degenerara en las calles, con policías y gendarmes atacados”.
“No hay detenciones injustificadas”, reaccionó por su parte el prefecto de policía de París, Laurent Nuñez, después de que sindicatos de abogados y de magistrados lo acusaran de realizar “arrestos arbitrarios”.
Movilización del jueves
El ministro del Interior Gérald Darmanin anunció que desplegará 12.000 uniformados este jueves para la próxima gran convocatoria, con 5.000 solo en París. Se esperan entre 600.000 y 800.000 manifestantes en todo el país.
Mientras tanto, los sindicatos buscan presentar recursos para invalidar la reforma pensional adoptada el lunes mediante el famoso artículo constitucional 49.3 que permitió al gobierno imponer la nueva ley sin el voto de los diputados.
“Los sindicatos tienen algunas herramientas en las manos”, explica Bernard Vivier, director del Instituto superior del trabajo. “En primer lugar, pueden interponer un recurso ante el Consejo Constitucional. La ley sólo podrá aplicarse una vez que este órgano supremo la haya aprobado total o parcialmente. A los sindicatos les queda la presión de la calle, de las manifestaciones, y la protesta jueves será importante para ello. También tienen la posibilidad de paralizar el país con huelgas y bloqueos, pero esto hay que utilizarlo con cautela, porque puede generar divisiones”, analiza el experto.
La última opción para parar el texto es el referendo de iniciativa compartida (RIP), presentado el lunes ante el Consejo Constitucional. Se trata de un proceso largo e incierto.