Decenas de personas con banderolas y distintivos de la Confederación General del Trabajo (CGT) ocupaban desde poco después de las 7.00 de la mañana algunas vías del periférico (la ronda de circunvalación de París) a la altura de la Puerta de Glignancourt, provocando atascos.
“Eso no debe hacerse. Hay armas democráticas de contestación”, replicó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en una entrevista a la emisora RTL, en la que insistió en que durante todo el movimiento contra la reforma de las pensiones se han permitido y organizado las manifestaciones de los sindicatos, que se han desarrollado sin apenas incidentes.
Anoche, sin embargo, tras la activación por el Gobierno del artículo 49.3 de la Constitución para saltarse el voto en la Asamblea Nacional y adoptar por decreto esa reforma, los incidentes se multiplicaron durante horas por la noche en París, pero también en Marsella, Nantes, Rennes, Lyon y otras ciudades del país.
Darmanin indicó que aunque “no hubo incidentes graves” porque no hubo heridos de gravedad, las fuerzas del orden tuvieron que actuar y llevaron a cabo 310 arrestos, de los cuales 258 en París.
El ministro explicó que en Rennes, Albi, Marsella o París, algunos de los que participaban en esas manifestaciones espontáneas intentaron atacar edificios oficiales y oficinas de representación de políticos del bloque macronista.
Barricadas e incendios en París
En la capital se vieron escenas de barricadas y de incendios con las montañas de basuras que se han acumulado en la mitad de los distritos de la ciudad por la huelga de los trabajadores de recogida desde hace una decena de días.
A ese respecto, el titular de Interior explicó que la Prefectura de París (delegación del Gobierno) ha activado la obligación del trabajo para algunos huelguistas por razones de salubridad, tras un rifirrafe con la alcaldesa socialista, Anne Hidalgo, que se había negado a hacerlo.
“Respeto la huelga de la recogida de basura”, pero “lo que no es aceptable es la insalubridad” y “como la alcaldesa no ha querido asumir sus responsabilidades” lo ha hecho la prefectura, explicó.
De aquí a las 15.00 hora local (14.00 GMT), que es el plazo máximo, la oposición presentará al menos dos mociones de censura contra el Gobierno de la primera ministra, Elisabeth Borne, que en principio no tienen muchas posibilidades de prosperar.
Pero si alguna de ellas obtuviera una mayoría en la Asamblea, caería Borne y su Ejecutivo y la crisis política podría dar lugar a una convocatoria anticipada de elecciones legislativas.
Los sindicatos, que se mantienen unidos en su oposición a la reforma, este jueves hicieron un llamamiento a la multiplicación de las acciones de protesta a nivel local durante este fin de semana, y han convocado una novena jornada de huelgas y manifestaciones nacionales el jueves de la semana próxima.
El responsable de la CGT en el sector ferroviario, Laurent Brun, dijo esta mañana en una entrevista a la emisora France Info que el objetivo es “que la economía se paralice” y para eso “hay que multiplicar las huelgas”.
La oposición a Macron se organiza para intentar tumbar su Gobierno
La oposición al presidente francés, Emmanuel Macron, tanto a la extrema derecha como a la izquierda, se organiza separadamente para intentar tumbar el Gobierno con alguna de las mociones de censura que se presentan hoy tras la adopción por decreto de la controvertida reforma de las pensiones.
A la izquierda, el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, anunció este viernes que su partido va a renunciar a su propia moción de censura y que apoyará la que ha anunciado un grupo parlamentario llamado LIOT (Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios), compuesto por una veintena de diputados centristas, regionalistas y nacionalistas (de los 577 de la cámara).
En una entrevista a la emisora France Info, Mélénchon justificó esa estrategia para dar más posibilidades al derribo del Ejecutivo de la primera ministra, Élisabeth Borne, e insistió en que el objetivo final es tumbar la reforma de las pensiones.
“Ese texto no tiene ninguna legitimidad parlamentaria”, denunció, antes de insistir en que lo ha sacado adelante un Gobierno “que es minoritario en el país”.
Tras la activación este jueves por Borne del artículo 49.3 de la Constitución para saltarse el voto de la reforma en la Asamblea, donde no tenía asegurada la mayoría absoluta necesaria, la oposición puede presentar mociones de censura que, en caso de prosperar significarían la caída del Gobierno y también la invalidación de la propia reforma.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, anunció inmediatamente que su partido, la Agrupación Nacional (RN), presentará su propia moción de censura, pero también que apoyará cualquier otra que permita tumbar el Ejecutivo de Borne.
El presidente del RN, Jordan Bardella, reiteró esta mañana en la emisora France Info que respaldarán otras mociones de censura como la de LIOT porque su objetivo es destituir a Borne: “Creo que se tiene que ir”.
Para que alguna de las mociones de censura que se van a presentar prospere (el plazo para formalizarlas finaliza a las 15.30 locales (14.30 GMT), haría falta el voto de 289 diputados, es decir que no bastaría con el apoyo de LIOT, la coalición de izquierdas NUPES y el RN.
Sería necesario que algunos diputados de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha tradicional, se desmarcaran de la posición oficial de su formación, que ha demostrado estar en plena descomposición con el debate de las pensiones, ya que durante años ha sido el que ha defendido una reforma para retrasar la edad de jubilación.
“Todas las hipótesis son posibles”, declaró Aurélien Pradié, que es la cabeza visible de los diputados de LR que estaban en contra de la reforma, cuyo eje principal es retrasar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
Fuente: EFE