El delantero no ha ganado al Madrid ni con la Roma ni con el Liverpool, (seis derrotas y un empate) ha perdido dos finales y ha hecho dos goles
La realidad es que Salah no solo ha perdido dos finales de Champions contra el Real Madrid, sino que seguramente habría sido Balón de Oro o al menos habría estado en el podio si hubiese ganado alguna de las dos finales perdidas, la de 2018 contra el Madrid de Zidane y la de la campaña pasada contra el equipo de Ancelotti en París.
La lesión con Ramos, las paradas de Courtois…
La suerte con el Madrid no solo se reduce a eso. No se puede olvidar cómo se dieron esos dos partidos. En el primero de ellos, tras la polémica jugada con Ramos en la que cae al suelo y se lesiona el hombro, tuvo que retirarse del campo en la primera mitad. El año pasado, en el Stade de France, no se le puede reprochar su esfuerzo y su gran partido, pero en aquella ocasión se encontró con la mejor actuación quizá de un portero en una final de Copa de Europa. Courtois paró todo lo que le llegó, especialmente al jugador egipcio, y sobre todo en la última jugada con un disparo que iba a gol y que sacó el belga con el pie derecho.
Un año difícil
Pero es que además, en el resto de partidos, Salah no guarda muy buenos recuerdos, siendo encima al rival al que más se ha enfrentado. Son siete partidos en total, dos con la Roma y cinco ya como jugador red, y solo ha marcado dos goles. Son seis derrotas y un solo empate. Y es que además de las dos finales perdidas, también cayó en la Champions con los blancos en los octavos de la 15-16, que acabó con el Madrid de Zidane campeón, y en los cuartos de final de la 20-21, disputada la ida en el Alfredo di Stéfano, con la famosa queja de Jürgen Klopp de que el encuentro se había jugado en un campo de entrenamiento.
Salah no vivió un 2022 fácil. Además de quedarse un año más sin Champions, vio como la Premier League se esfumaba en la última jornada con el triunfo del City de Guardiola.
Fuente: MARCA