Una influencer española se sometió a la intervención y mostró el antes y después de su cambio estético. Por qué puede generar problemas para la salud visual
Las cirugías para modificar y mejorar algunas partes del cuerpo están ampliamente difundidas desde hace años en todo el mundo. Implantes mamarios, liposucción, aumento de labios, rellenos de ojeras, rinoplastías, son algunos de los procedimientos que, en ocasiones reciben cuestionamientos, cuando se abusa de estas intervenciones. Pero en los últimos tiempos, un controvertido procedimiento estético comenzó a extenderse en algunos países: es el cambio del color de los ojos a través de una operación llamada queratopigmentación.
No se trata de los monstruosos tatuajes que introducen un pigmento en el globo ocular debajo de la delgada membrana que cubre el ojo, sino de una intervención que modifica de manera estética el color, de forma tal que, a elección, quien vino al mundo con los ojos marrones, pueda cumplir su sueño de tenerlos azules como Brad Pitt.
Recientemente, la española Daniela Requena Esteve, influencer y activista por los derechos de las personas trans, mostró a través de videos en su perfil de TikTok, —donde tiene unos 800.000 seguidores— el antes y el después de su operación de cambio de color de ojos. Contó que, en una clínica de Madrid, se sometió a una queratopigmentación para convertir sus ojos color café en unos llamativos “azul verdosos”
La decisión de Requena Esteve fue cuestionada y elogiada casi por igual, ya que algunos consideraron que cada quien puede hacer con su cuerpo lo que desee y, muchos otros, que semejante cambio estético puede significar para algunas personas un peligro para su salud mental y física, si basan su autoestima en este tipo de procedimientos estéticos.
Más allá de la opinión de cada uno acerca de hasta qué punto es saludable psicológicamente, la primera pregunta que surge es qué tan seguro es ese procedimiento para la salud visual de quien se lo practica, aún cuando quienes la ofrezcan sean oftalmólogos profesionale,s como es el caso del centro al que asistió la influencer española.
Para conocer precisiones sobre este tipo de intervención, Infobae consultó al doctor Federico Luengo Gimeno (MN 111.603), médico especialista en oftalmología, cataratas, córnea y cirugía refractiva, Jefe del Equipo Cornea & Superficie Ocular del Hospital Universitario Austral. El experto se refirió a los dos aspectos que tiene la queratopigmentación ya que, si bien por un lado, se lo usa por una cuestión estética, por el otro puede mejorar determinados problemas oculares.
Explicó que se trata de “un procedimiento cosmético invasivo y controversial que consiste en la aplicación de pigmentos en la córnea (la capa transparente del ojo, por delante del iris). El tatuaje ocular —mal llamado tatuaje corneal— se basa en la aplicación de pigmentos por debajo de la conjuntiva y sobre la esclera (la capa blanca del ojo) para mejorar su apariencia. Esta última técnica ha sido introducida desde hace décadas con propósitos cosméticos y la pigmentación corneal forma sus bases a partir del tatuaje ocular”, explicó.
En cuanto a las intervenciones que pueden mejorar ciertas afecciones, el doctor Luengo Gimeno destacó: “La queratopigmentación realizada por un profesional con experiencia y capacitación en esta técnica puede corregir algunas irregularidades corneales, congénitas o adquiridas, como cicatrices, manchas u opacidades que generen en el paciente encandilamiento, fotofobia o visión doble”.
Luego, en el aspecto estético, “también se puede indicar para mejorar la apariencia de los ojos en casos de heterocromía (ojos de diferentes colores) o para dar un aspecto más oscuro o definido a los ojos, siempre teniendo en cuenta que, al bloquear la visualización de la profundidad del ojo, genera un efecto de ‘ojos de muñeca’ irreversible en los pacientes tratados”.
Los peligros de la queratopigmentación
Cuando se lo consultó en torno de los peligros que esta técnica, sea cual fuera su objetivo, aclaró: “Es una intervención irreversible, estética y con mínimos efectos positivos sobre la visión. Asimismo, se deben considerar los graves riesgos y complicaciones que esta técnica puede generar, como dispersión del pigmento, inflamación o infecciones que pueden ser muy severas poniendo en juego la sobrevida de la visión y/o del globo ocular con el consecuente agravamiento del cuadro estético, entre otros efectos adversos”.
“Es por todo esto que la queratopigmentación es un procedimiento controversial, que requiere mayor evidencia científica de sus efectos a largo plazo”, remarcó y advirtió también que “su uso aún es limitado debido a que la técnica no cuenta con una regulación precisa en la mayoría de los países”.
En la misma línea, el oftalmólogo Julián García, secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología, dijo a TVE que “no se debe pensar que esto es una tontería, que es como un tatuaje. En el ojo sí que puede haber complicaciones muy graves, que se asocian incluso con la ceguera”. Se trata, agregó, de “una técnica muy agresiva, hay casos de glaucoma secundario, de alteraciones crónicas secundarias. Es algo que yo no recomiendo en absoluto”.
Por su parte, el doctor Fernando Llovet, oftalmólogo de la Clínica Baviera de España, se mostró contrario a este tipo de intervenciones por los riesgos que puede acarrear a la salud ocular. Los más destacables, dijo, pueden ser la “obstrucción del drenaje del humor acuoso: Al destruir la melanina del iris, esta pasaría al humor acuoso de la cámara anterior del ojo. Sin embargo, esta cámara no está diseñada de forma natural para drenar este tipo de sustancia, por lo que hay un alto riesgo de que pueda llegar a producirse una obstrucción en el drenaje, lo que podría conllevar un aumento de la presión intraocular” y, si se produce esto último puede derivar en glaucoma que ocurre cuando “el nervio óptico se daña como consecuencia de una presión intraocular más elevada de lo normal”.
Cuando se le consultó al doctor Luengo Gimeno sobre la forma en que se lleva a cabo este tipo de intervenciones manifestó que se utilizan “pigmentos biocompatibles y no tóxicos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, seguros para ser aplicados en los tejidos oculares. El colorante utilizado puede variar según las necesidades y deseos del paciente, pero generalmente se usan pigmentos a base de óxidos de hierro, cobre o dióxido de titanio. Estos pigmentos pueden estar en forma líquida o en polvo y se aplican en la córnea con la ayuda de finas agujas de forma manual o utilizando el láser de femtosegundo (femtosecond laser-assisted keratopigmentation o FLAK), asegurando una aplicación de mayor precisión en la superficie ocular”.
Pero llamó a tener en cuenta que, aún cuando pueda ser utilizado para mejorar algún tipo de problema de visión, como mencionó anteriormente, “este procedimiento no es una opción para todos. Personas con ciertas enfermedades oculares, como el glaucoma o queratocono, o que han tenido cirugía ocular reciente o cirugías refractivas, no son candidatos adecuados para este procedimiento”.
Por supuesto desde la clínica madrileña donde se le modificó el color de ojos a Requena Esteve defendieron la técnica y garantizaron su seguridad. El doctor Jaime Garrido, el encargado de realizar esta cirugía, explicó que en la queratopigmentación se “realiza un túnel en la córnea con un láser femtosegundo (un tipo de láser utilizado en cirugías refractivas, trasplantes de córnea e intervenciones de cataratas) y posteriormente se introduce el pigmento”.
Otro punto que generó polémica en las redes tras conocerse el caso de la joven influencer es el elevado precio que pagó para dejar atrás sus ojos marrones y seguir por la vida con unos más claros y poco comunes, ya que desembolsó 7.500 euros, un costo elevado para cualquier país del mundo.
El sitio donde se realiza la intervención garantiza la seguridad del procedimiento que, aclara, no es reversible, a la vez que explica que la intervención requiere de “tintes probados” que son de color azul, verde, marrón y blanco”. En la operación, que dura una hora, “se realiza un túnel circular en el interior de la córnea sin afectar a la zona central. A continuación, se introduce el pigmento deseado por el paciente para conseguir la tonalidad deseada” que son las ya mencionadas. Finalmente, aclaran que por la política del centro no se cambia el color a distintos tonos cada ojo y tampoco a colores que no sean naturales.
Fuente: INFOBAE